sábado, 23 de febrero de 2019

Cantinfladas a granel.

Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
El diccionario de la Real Academia Española reconoce el vocablo “cantinflérico” como adjetivo coloquial, que define a quien habla de manera disparatada e incongruente. Evidentemente es un honor dispensado a Cantinflas, el celebérrimo actor cómico mexicano, que se hizo universal.
Aunque divertido, el lenguaje acantinflado no es permitido o al menos conveniente  en ambientes académicos o en aquellos que requieren seriedad y aplomo, como en política, donde una de sus acepciones es el arte de dirigir el Estado, por lo que nada requiere de mayor seriedad.
Estos últimos días se han caracterizado por planteamientos incongruentes, que hacen suponer el agotamiento de un discurso y conducta pública del oficialismo que, hasta ahora, habían marcado el rumbo del país. 
El diputado, Diosdado Cabello, por ejemplo, ha salido por diferentes ciudades a “defender la Constitución”, lo que en principio es correcto, incluso es una obligación de todo ciudadano investido o no de autoridad colaborar con su vigencia efectiva. Pero que lo haga él precisamente, quien es el presidente de la “Asamblea Nacional Constituyente” cuyo fin teleológico es redactar una nueva Constitución, constituye una  actitud incongruente.
La señora Delcy Rodríguez aseguró que los alimentos y medicinas que se trata de traer al país están contaminados o envenenados, no dijo cuáles eran las bases que le permiten sustentar la afirmación, aunque imagino es simple  retórica porque si no han llegado a Venezuela no puede haber tenido acceso para ordenar los análisis técnicos correspondientes. Lo extraño es que de ser así, porqué pide los repartan entre los niños de la Goajira colombiana?. Es una propuesta criminal.
La Sala Constitucional el 08 de febrero del corriente año, al dictar una ampliación de la sentencia del 11 de enero del 2017, para concluir en la inconstitucionalidad del “Estatuto que rige la  Transición a la Democracia” dictado por la Asamblea Nacional, manifiesta que debió recurrir al Derecho Comparado, porque en nuestro texto constitucional no existe el término “Estatuto” para establecer las normas que permitan la “supuesta transición hacia un nuevo régimen de los poderes públicos”.
Si hubiesen investigado un poco para hacer esa aseveración se hubiesen conseguido que, precisamente, el órgano que redactó y propuso la Constitución Nacional de 1999 finalmente aprobada en referendo nacional, se rigió por el “ESTATUTO DE FUNCIONAMIENTO DE LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE”.
En reciente rueda de prensa el ministro Jorge Rodríguez, manifestó que es ofensivo para la dignidad nacional que se nos quiera donar alimentos y medicinas a través de la Ayuda Humanitaria, coordinada por varios países amigos. Poco después anunció que Venezuela estaba enviando 100 toneladas como donativo de productos básicos a la hermana República de Cuba y el digno pueblo cubano. Huelgan comentarios. También enviaron varios camiones de provisiones a Cúcuta, que por lógica relación, tampoco lo consideran un pueblo con dignidad.
En una de sus abusivas intervenciones televisivas, por lo largo y repetitivas de mensajes políticos, Nicolás Maduro dijo lo que es muy razonable: El repunte económico de Venezuela pasa por la multiplicación del trabajo creador, por la aplicación de lineamientos científicos para el desarrollo de los medios de producción. Pero en seguida la contradicción: vamos a festejar nuestra alegría extendiendo el carnaval, durante dos días más de lo tradicional.
Como joya de la corona declaró haber girado instrucciones para aceptar una “asistencia técnica  humanitaria a la Unión Europea”. Esta ayuda técnica, imagino, tendrá que ser para toda la vida si seguimos el criterio señalado por varios altos personeros oficialistas, que con diversos cuadros estadísticos caprichosos, comparan la ayuda humanitaria siempre de emergencia y provisional, con los CLAP que son un programa de asistencia obligatoria como política pública y permanente del gobierno.
Las contradicciones y ofertas populistas afloran en estos momentos de crisis política, diría que terminal, del gobierno de Maduro, pero han existido desde los inicios del chavismo, sólo que las mieles del poder y los petrodólares en abundancia y sin control no permitían que, buena parte del pueblo venezolano, pudiera apreciarlas.
Basta recordar la venta de los avioncitos de algunos institutos y ministerios en el año 1999, como línea de austeridad y, de inmediato, la compra de un lujoso avión presidencial; el kínder en la Casona; el balneario en el Guaire; el segundo “puente por debajo del agua” en el Lago de Maracaibo, el subsidio directo al pueblo ofrecido en el equivalente a cien dólares;  hambre y el analfabetismo en cero y un largo etcétera de ofertas contrarias al despilfarro de los dineros del Estado, que fue la verdadera política desplegada.
Hoy, los distintos sectores de oposición tienen la obligación de unirse al líder y el programa presentado por la Asamblea Nacional, para no caer en contradicciones y cantinfladas. Después, cuando hayamos recomenzado, vendrán nuevamente las luchas y enfrentamientos políticos. Este es un estigma humano. Dios bendiga a Venezuela!

23/02/2019.

1 comentario:

  1. Excelente descripcion de las contradiciones del regimen. Sin duda: han sido y son cantinflericos. Es su naturaleza. Gracias tocayo

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