sábado, 15 de enero de 2022

Venezuela como territorio de guerra.


                        Jesús A. Jiménez Peraza

                                                                                               @jesusajimenezp. 

El solo descubrimiento por parte de la inteligencia norteamericana, del traslado de misiles nucleares de corto alcance desde Rusia hasta Cuba el 15 de octubre de 1962, generó una crisis militar y política en el hemisferio con proyección universal, puesto se consideró la antesala de la tercera guerra mundial, esta vez con armas tan letales que serían capaces de hacer desaparecer el hombre sobre la faz de la tierra. Ese intento de  dotación armada no fue un hecho aislado, habían sucedido una serie de acontecimientos que daban protagonismo en la Crisis del Caribe, de Octubre o de los Misiles como se le calificó, tanto a Estados Unidos, como a Rusia y Cuba cuya política fue fomentar y agravar los vientos de guerra, que en determinado momento quisieron apaciguar las dos potencias referidas en primer lugar.

El presidente John Kennedy había apoyado a los disidentes cubanos en 1961, en la pretensión de tomar por las armas el territorio insular entrando por Bahía Cochinos, pero en forma muy tímida, resultado un gran triunfo  militar para Fidel Castro. Con anterioridad las reclamaciones jurídicas  contra la confiscación de empresas norteamericanas también habían dado un saldo absolutamente negativo. Estos triunfos en el  campo militar y en el político, envalentonaron a Fidel para la conducción armada de la revolución, por lo que convino con Nikita Krushchov, primer ministro ruso,  en instalar cohetes R-12 con cabeza nuclear en territorio cubano, a pocas millas de Estados Unidos, para contrarrestar los de largo alcance instalados por Estados Unidos en Turquía.

El segmento de mayor gravedad de la crisis se mantuvo por algo menos de quince días, aunque el operativo fue por más tiempo puesto la Operación Anadir, desplegada por los rusos, tenía como finalidad constituir a Cuba en una gran base militar para impedir la hegemonía de Estados Unidos como potencia única en América y determinante a nivel global. Castro vio la oportunidad de constituirse en un líder universal, por lo que no aceptó la solución pacífica trabajada en secreto por el primer ministro Krushchov y el presidente Kennedy, que según se conoció posteriormente tenía como cláusulas básicas el compromiso de Estados Unidos de no intervenir Cuba ni ayudar a los grupos armados constituidos con esa finalidad y desmantelar los cohetes en Turquía, mientras los soviéticos desistían de la Operación Anadir, por tanto retirarían las plataformas de lanzamiento de misiles, los bombarderos, las misiones de defensa y regimientos de infantería mecanizada, para evitar su uso ulterior por los cubanos.

Desde entonces no se había conocido un intento tan público y descarado de los soviéticos por ocupar tierras en el continente americano. El vice canciller ruso Sergei Ryabkov, según reseña la prensa que circula vía digital, advirtió en Ginebra que no se puede descartar un despliegue militar de Rusia en los territorios de Cuba y Venezuela, si persiste el despliegue de Estado Unidos y sus aliados de la OTAN, hacia Europa del Este.

Considero realmente muy preocupante que ni el gobierno venezolano, ni formalmente la oposición han hecho pronunciamientos determinantes rechazando estas declaraciones. Se conoce desde inicios de las presidencias de Hugo Chávez las estrechas relaciones comerciales y de cooperación económica con Rusia y China, es decir, del más rancio comunismo con Venezuela, pero de allí a que podamos servir de escenario militar en favor de los soviéticos hay mucha diferencia.

El artículo 13 de la CN1999 impide todo tipo de inalienabilidad sobre nuestro suelo patrio, por lo que en ninguna forma puede ser cedido, traspasado, arrendado, enajenado temporal o parcialmente a Estados extranjeros  u otros sujetos de Derecho Internacional, menos aun con fines bélicos porque nuestro territorio es expresamente calificado como de paz, sin que puedan establecerse en él bases militares extranjeras o que de alguna manera tengan propósitos bélicos, por potencias o coaliciones foráneas.

Esta ocupación sería una especie de colofón, entendido como el remate de un proceso que ha ido paulatinamente desdibujándonos como Estado. Parte de nuestro territorio está ocupado por fuerzas que no están controladas por la legislación nacional, es harto conocida la existencia de grupos armados y de narcotraficantes en los Estados limítrofes;  la explotación indiscriminada en el arco minero e incluso el cobro de peajes en las llamadas trochas que comunican a San Antonio y Cúcuta, donde la vigilancia la ejercen los grupos irregulares colombo venezolanos y el llamado tren de Aragua, quienes requisan el equipaje de los transeúntes decidiendo que y quienes pueden pasar, más el costo.

La población venezolana, otro de los factores constitutivos de un Estado moderno, está dispersándose cada vez más por el mundo, viviendo verdaderas tragedias colectivas, por grupos o individuales, que no merecemos porque somos un país privilegiado por la naturaleza, con tierra fértil y clima benigno todo el año, playas, montañas, llanuras, por lo que tenemos derecho a permanecer en él y vivirla, disfrutarla.

El tercer elemento que conforma el Estado, el Poder, también tiene una distorsión atroz, para lo cual basta con señalar que no hay límites para el ejercicio de las facultades que corresponden a cada uno de los Poderes Públicos  y el indispensable equilibrio o control recíproco, lo que conduce hacia el ejercicio pleno de la fuerza por parte del ejecutivo, sin ninguna institución que lo controle o fije pautas de legalidad para su ejercicio. Debe abrirse un gran debate nacional sobre todos estos hechos, es decir, la posibilidad de convertirnos en un campo de batalla y la atomización de las instituciones. Dios bendiga a Venezuela!

jesusjimenezperaza@gmail.com

15/01/2022.

2 comentarios:

  1. Cuando Rusia desistió de los misiles en Cuba, Fidel ordenó a sus milicianos que marcharán en un desfile gritando: "Nikita, mariquita, lo que se da no se quita".

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