Jesús
A. Jiménez Peraza
@jesusajimenezp
No
sé si los chavistas consideran una traición o un irrespeto solicitar
información al Presidente Nicolás Maduro y a la Canciller Delcy Rodríguez,
sobre dos decisiones anunciadas por ellos durante la semana que hoy termina,
razón por la cual lo hago en su lugar porque al fin y al cabo todos los
venezolanos tenemos derecho a conocer los intríngulis de las decisiones
oficiales importantes.
El
presidente de la República Nicolás Maduro, en su pasado programa dominical de
radio y televisión, asomó la posibilidad
de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, sin precisar como
fundamentación de su propuesta, alguno de los dos únicos temas que a partir de
1999, motivan esta institución según el artículo 347 constitucional, que son:
A) Transformar al Estado o, B) renovar el ordenamiento jurídico, porque redactar
un nuevo texto constitucional que pareciera un tercer propósito en el
supuesto normativo, es consecuencia de la aprobación de uno de los dos
objetivos, conforme sana, escueta y literal interpretación del dispositivo en
comentario.
El
hecho que el Presidente de la República haya anunciado la posibilidad de tomar
la iniciativa para la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente, debió
haber suscitado un gran debate en el oficialismo e incluso, entre las
organizaciones que abanderan la oposición en Venezuela porque implica, en el
fondo, el reconocimiento del fracaso del sistema socialista o socialismo del
Siglo XXI en el país, por lo que habría que transformar el Estado para
orientarlo hacia el liberalismo o a la democracia cristiana, ya que son según
mis modestos y limitados conocimientos sobre el tema, los tres bloques
reconocidos universalmente como sistemas jurídicos – económicos y políticos contemporáneos.
Alternativamente pudiera interpretarse el anuncio en el sentido que comparte el
presidente Maduro, la idea generalizada
entre quienes creemos que nuestras leyes requieren una revisión total, ya que la interpretación y actuación infundada en
todo orden lógico por el Tribunal Supremo de Justicia, sobre todo de la Sala
Constitucional, ha deteriorado profundamente nuestro ordenamiento jurídico y Estado
de Derecho.
Seguramente
la oposición no orquestó el tema para no desviarse de las acciones de calle que
lidera. Imagino, que en el seno del PSUV si se está debatiendo la propuesta presidencial porque resulta grave para ellos, tanto aceptar el fracaso del socialismo como el
reconocimiento del hecho que todas las leyes de corte socialista aprobadas,
después de la negativa de reforma en 2007, son nulas por inconstitucionalidad y
de allí la necesidad de una constituyente, cuando es obvio que no cuentan con
las preferencias populares del presidente Chávez en 1999.
El
pasado miércoles la canciller Delcy Rodríguez anunció al país el inicio del
proceso requerido para nuestra desincorporación de la Organización de Estados
Americanos. Se argumenta para ello, de manera genérica, la violación de nuestra
soberanía por parte de la Organización, la amenaza de Estados Unidos sobre
Miembros que respaldan la posición de nuestro país y la aprobación de la
Resolución del 3 de abril del 2017, que implica según la posición del ejecutivo,
la invasión de nuestra jurisdicción.
El
trazado de las políticas internacionales es materia privativa del Presidente de
la República, pero la incorporación de Venezuela al Sistema Interamericano y en
general, nuestra convivencia con los países latinos y del mundo, nuestras
necesarias relaciones, negocios y utilización de bienes y servicios externos
implican tratados internacionales y, la aprobación de éstos conlleva su
ratificación con leyes nacionales, que no pueden abrogarse sino por el pueblo
de Venezuela. De manera que las potestades del Presidente deben ser ejercidas
dentro del marco de los tratados internacionales y las leyes internas, por lo
que nos corresponde a todos conocer a profundidad las verdaderas razones del
inicio del retiro de la Organización de la cual somos fundadores, que nos
proporciona un foro para participar en el mantenimiento de la paz y la justicia
internacional, robustecer la colaboración entre los Estados, defender nuestra
soberanía e integridad territorial e independencia. Si se considera una
agresión las políticas norteamericanas, debemos recurrir precisamente a las
organizaciones internacionales donde somos pares con el gigante del norte.
Creo
que merecemos una explicación más detallada y profunda que las superficialidades
proporcionadas por la canciller y por el embajador Samuel Moncada,
representante nacional ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados
Americanos. Yo me atrevo a preguntar, por ejemplo, si somos el mayor productor
de petróleo de la región y el país con las mayores reservas en el mundo; si
somos víctimas, vamos a dar por cierta la afirmación del gobierno nacional, de
una guerra económica interna y externa; si no tenemos suficiente provisión de medicinas
y alimentos, para cuya comprobación es suficiente visitar farmacias, bodegas y
abastos, porque supermercados ya no hay; si el mundo está a punto de una
conflagración generalizada, nos conviene aislarnos?. Me planteo además, que si
la desincorporación de la OEA es un
proceso que supera los dos años y tenemos previstas elecciones nacionales en el
2018, es aconsejable esperar que la decisión provenga del nuevo gobierno.
Venezuela somos todos, que Dios nos proteja!
30/04/2017
Absolutamente pertinentes tus pedimentos. El país de estos personajes carece de certidumbre. No se acostumbran a vivir en democracia, pese a que la constitución esta preñada de expresiones garantistas. Afortunadamente necesaria una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, tal como lo describes, en conformidad con el 347 de la CRBV. Un abrazo.
ResponderEliminar