Jesús
A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
Había
dicho que la anterior era mi última reflexión por el año 2017, pero el amor por
Venezuela y el fundado temor por su derrumbe social, me hace retomar el auto
mecanismo que me he impuesto para transmitir, con la mayor buena fe y en
cumplimiento de mi deber ciudadano, las propuestas que creo convenientes para
la solución de esta larga penta crisis.
No esperaba que ni hoy 16 de diciembre del 2017 ni en los días sub
siguientes, pudiéramos ver frutos sobre el diálogo en República Dominicana
porque está mal estructurado. Las resultas sobre los temas en mesa, aún siendo positivos
en apariencia, no van a colaborar en resolver nuestros problemas constantes y
cada vez más agudos. La salida de los presos políticos y la apertura de un
canal humanitario, dejan vivas las agobiantes penurias que se ciernen sobre el
país. En televisión vemos como, de vez en cuando, algunos países africanos son
“bombardeados” con centenares de sacos de cereales y cajas de alimentos y el
hambre sigue igual. Haití nos enrostra la desnutrición y las enfermedades
cuando desembarcan enormes contenedores de alimentos enviados por la solidaridad de los países de
América. No podemos aspirar esa solución para nosotros. En el supuesto negado
que el gobierno conviniera en remozar el Consejo Nacional Electoral, se crearía
un nuevo problema porque no hay consenso sobre el organismo con competencia
funcional para hacerlo: la oposición no reconoce a la Asamblea Nacional
Constituyente y el oficialismo, amparado en la Sala Constitucional no reconoce
a la Asamblea Nacional. Entones no perdamos tiempo y vamos a salvar a
Venezuela!
Podemos integrar un congresillo
conformado por un representante de cada partido político o grupo de partidos
consolidados, y uno por cada ente de significación nacional como academias,
Fedecámaras o grupo empresariales, trabajadores, colegios profesionales,
universidades, grupos de estudio, bloques con determinado número de ciudadanos
etc, el cual tendrá dos fines: 1.- Coordinar
directamente o por delegación en un grupo de sus integrantes y asesores
externos, la elaboración de un Programa de gobierno que debe ser
suficientemente explicado y discutido con el país. Ese programa, por materias,
será la propuesta obligatoria para el candidato opositor. Este ítems tiene la
ventaja que existen varios proyectos ya elaborados, incluso similares en
Venezuela, es cuestión de amalgamarlos y
hacerlos conocer públicamente. 2.- De
su seno escoger el abanderado presidencial de la oposición por aclamación,
también para ello podrán contar con asesoramiento en mediación y
autocomposición. Seguro estoy que un candidato escogido en esta forma contará
con el apoyo masivo de la población venezolana. No menos de un ochenta por
ciento (80%) de la población saldría no sólo a votar sino además, a cuidar que
su voto sea contado y en apoyo de candidato ganador. Salvemos a Venezuela, Dios
nos proteja a todos!.
16/12/2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario