sábado, 16 de diciembre de 2017

No perdamos más tiermpo y salvemos a Venezuela.

Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp

Había dicho que la anterior era mi última reflexión por el año 2017, pero el amor por Venezuela y el fundado temor por su derrumbe social, me hace retomar el auto mecanismo que me he impuesto para transmitir, con la mayor buena fe y en cumplimiento de mi deber ciudadano, las propuestas que creo convenientes para la solución de esta larga penta crisis.  No esperaba que ni hoy 16 de diciembre del 2017 ni en los días sub siguientes, pudiéramos ver frutos sobre el diálogo en República Dominicana porque está mal estructurado. Las resultas sobre los temas en mesa, aún siendo positivos en apariencia, no van a colaborar en resolver nuestros problemas constantes y cada vez más agudos. La salida de los presos políticos y la apertura de un canal humanitario, dejan vivas las agobiantes penurias que se ciernen sobre el país. En televisión vemos como, de vez en cuando, algunos países africanos son “bombardeados” con centenares de sacos de cereales y cajas de alimentos y el hambre sigue igual. Haití nos enrostra la desnutrición y las enfermedades cuando desembarcan enormes contenedores de alimentos  enviados por la solidaridad de los países de América. No podemos aspirar esa solución para nosotros. En el supuesto negado que el gobierno conviniera en remozar el Consejo Nacional Electoral, se crearía un nuevo problema porque no hay consenso sobre el organismo con competencia funcional para hacerlo: la oposición no reconoce a la Asamblea Nacional Constituyente y el oficialismo, amparado en la Sala Constitucional no reconoce a la Asamblea Nacional. Entones no perdamos tiempo y vamos a salvar a Venezuela! 
Podemos integrar un congresillo conformado por un representante de cada partido político o grupo de partidos consolidados, y uno por cada ente de significación nacional como academias, Fedecámaras o grupo empresariales, trabajadores, colegios profesionales, universidades, grupos de estudio, bloques con determinado número de ciudadanos etc, el cual tendrá dos fines: 1.- Coordinar directamente o por delegación en un grupo de sus integrantes y asesores externos, la elaboración de un Programa de gobierno que debe ser suficientemente explicado y discutido con el país. Ese programa, por materias, será la propuesta obligatoria para el candidato opositor. Este ítems tiene la ventaja que existen varios proyectos ya elaborados, incluso similares en Venezuela, es cuestión  de amalgamarlos y hacerlos conocer públicamente. 2.- De su seno escoger el abanderado presidencial de la oposición por aclamación, también para ello podrán contar con asesoramiento en mediación y autocomposición. Seguro estoy que un candidato escogido en esta forma contará con el apoyo masivo de la población venezolana. No menos de un ochenta por ciento (80%) de la población saldría no sólo a votar sino además, a cuidar que su voto sea contado y en apoyo de  candidato ganador. Salvemos a Venezuela, Dios nos proteja a todos!.

16/12/2017.

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