Jesus A. Jiménez Peraza
@jesusajimenezp
@jesusajimenezp
Los fines (igualdad, bien común, justicia social) de los principios políticos fundamentales, han sido ya diseñados y descritos por los grandes pensadores. Un buen dirigente de hoy, creo, sería aquél que simplemente se dedique a estudiarlos, entenderlos, actualizarlos, adaptarlos a la región donde le corresponde y por supuesto, darles operatividad rodeándose de un equipo de personas apropiadas. Ninguno de estos aspectos se cumple a satisfacción por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Tales principios tienen como fin teleológico, mitigar las diferencias que por naturaleza surja entre los hombres, para hacer su vida más placentera, mâs igualitaria, respetando siempre su dignidad, permitiendo la convivencia tras admitir que existe disparidad que surje de manera natural, gracias a sus dones y aptitudes innatas o por los conocimientos adquiridos por el estudio y el esfuerzo personal.
Hay elementos básicos en todo programa político. Es lógico que quien gane más, contribuya en mayor grado para el bienestar colectivo, lo que implica oportunidad de salud, educación y alimentación para todos. Esto no exonera a quien reciba beneficios a menor costo de aportar los bienes y servicios que pueda, dentro de los límites de sus posibilidades.
En una clínica un cirujano realiza una complicada operación para la cual pasó largos y difíciles años de estudio y entrenamiento. Tiene derecho a ganar unos significativos honorarios, pero también la obligación de pagar impuestos proporcionales. La enfermera instrumentista, dedicó menos tiempo y esfuerzo en aprender su trabajo, como consecuencia gana menos y le corresponde inferior contribución fiscal.
NN, no pudo o quiso estudiar, en consecuencia, limpia los baños y los pasillos, o maneja la ambulacia o traslada al enfermo en una camilla. Aporta nada o poco al pote social, pero no está exento de hacer bien su labor, pensando que sus hijos van a una escuela o un hospital que funciona con el aportes de otros. Es su obligación contarles su experiencia e influir para que ellos para que procuren superarse.
La actual tragedia nacional es que los dirigentes patrios no estudiaron la doctrina socialista que se empeñan en aplicar, no la conocen, creen que lo justo es que el médico de nuestro ejemplo anterior, se encargue del instrumental quirúrgico como castigo por no ser socialista; que la enfermera limpie los pisos porque no tiene el carnet de la patria y el obrero, realice la operación "porque es signo de justicia e igualdad social".
No creen en que el Estado puede asumir los factores de producción, dejando a la empresa privada y el cobro de impuestos como actividad complementaria y correctora. Ellos quieren un Estado poderoso, pero con los riesgos y cargas exclusivamente para la empresa privada.
De allí la mezcla de distinta naturaleza en el reciente paquetazo decretado por el presidente Maduro, sin atemperar la secuela del programa económico sobre instituciones de indudable importancia para el sector más débil de la población, por ejemplo:
1.- El ahorro es una práctica de extrema utilidad para los más pobres. Muchos animales por simple instinto lo practican, para cuando lleguen los momentos de menor posibilidad de conseguir alimentos. En la Biblia se hace referencia a sus fines con la parábola de las reses flacas y gordas, explicada por José al Faraón. Legalmente el artículo 118 constitucional ordena la promoción y protección del ahorro en todas sus formas, incluidas las asociativas para mejorar la economía popular.
A los trabajadores públicos y privados se les aconsejó, incluso con carácter obligatorio, afiliarse a las Cajas de Ahorros o similares. Pero es el caso que todos los bolívares acumulados en ellas se diluyeron por arte de magia como consecuencia de la hiperinflación y no oí ninguna decisión de las decretadas por Nicolás Maduro para protegerlo.
2.- No se analizó ni por un instante la repercusión de la inflación y, en cascada, de las medidas anunciadas por el gobierno, sobre los sistemas públicos y privados de seguridad social. Los montos protectores de las pólizas de seguros de salud y vida bajaron a niveles de inexistencia y los ajustes de prima a inalcanzables por el asegurado. En alguna forma debió este problema ser abordado y morigerado.
3.- Es un principio socialista y justo que los subsidios se confieran como contribución especial, conforme a las necesidades y carencias de quienes lo reciben. Cómo explica el señor Presidente, que un millonario con carro lujoso y carnet de la patria, trinomio que encaja perfectamente en muchos de sus altos funcionarios, tiene derecho a un subsidio directo por el consumo de la gasolina, mientras Juan Bimba por no tener dicho carnet con Código QR sino el raído de Acción Democrática, deberá parar su carrito porque no puede pagar el precio internacional del combustible?.
4.- Constituye una confiscación de modestos capitales, violatoria del artículo 116 de la Carta Magna la disminución, no propiamente de los cinco ceros, sino de la capacidad de compra con el monto equivalente. Demostración: 20.000.000 BsF (capital), antes de la reconversión equivalían a 4 salarios mínimos (5.000.000 BsF c/u). Eliminados los cinco ceros el capital se convirtió en 200 Bs.S, que equivale a 0,11 salarios mínimos.
En nuestro país el problema grave no es el socialismo del Siglo XXI, esa es la parodia, sino la incapacidad e improvisación de quienes lo dirigen, porque sus programas no responden a un sistema definido sino que conforman una colcha de retazos, lo que implica decisiones no coordinadas y por ende, nefastas tanto para la economía colectiva como la individual. Dios proteja a Venezuela!
Tales principios tienen como fin teleológico, mitigar las diferencias que por naturaleza surja entre los hombres, para hacer su vida más placentera, mâs igualitaria, respetando siempre su dignidad, permitiendo la convivencia tras admitir que existe disparidad que surje de manera natural, gracias a sus dones y aptitudes innatas o por los conocimientos adquiridos por el estudio y el esfuerzo personal.
Hay elementos básicos en todo programa político. Es lógico que quien gane más, contribuya en mayor grado para el bienestar colectivo, lo que implica oportunidad de salud, educación y alimentación para todos. Esto no exonera a quien reciba beneficios a menor costo de aportar los bienes y servicios que pueda, dentro de los límites de sus posibilidades.
En una clínica un cirujano realiza una complicada operación para la cual pasó largos y difíciles años de estudio y entrenamiento. Tiene derecho a ganar unos significativos honorarios, pero también la obligación de pagar impuestos proporcionales. La enfermera instrumentista, dedicó menos tiempo y esfuerzo en aprender su trabajo, como consecuencia gana menos y le corresponde inferior contribución fiscal.
NN, no pudo o quiso estudiar, en consecuencia, limpia los baños y los pasillos, o maneja la ambulacia o traslada al enfermo en una camilla. Aporta nada o poco al pote social, pero no está exento de hacer bien su labor, pensando que sus hijos van a una escuela o un hospital que funciona con el aportes de otros. Es su obligación contarles su experiencia e influir para que ellos para que procuren superarse.
La actual tragedia nacional es que los dirigentes patrios no estudiaron la doctrina socialista que se empeñan en aplicar, no la conocen, creen que lo justo es que el médico de nuestro ejemplo anterior, se encargue del instrumental quirúrgico como castigo por no ser socialista; que la enfermera limpie los pisos porque no tiene el carnet de la patria y el obrero, realice la operación "porque es signo de justicia e igualdad social".
No creen en que el Estado puede asumir los factores de producción, dejando a la empresa privada y el cobro de impuestos como actividad complementaria y correctora. Ellos quieren un Estado poderoso, pero con los riesgos y cargas exclusivamente para la empresa privada.
De allí la mezcla de distinta naturaleza en el reciente paquetazo decretado por el presidente Maduro, sin atemperar la secuela del programa económico sobre instituciones de indudable importancia para el sector más débil de la población, por ejemplo:
1.- El ahorro es una práctica de extrema utilidad para los más pobres. Muchos animales por simple instinto lo practican, para cuando lleguen los momentos de menor posibilidad de conseguir alimentos. En la Biblia se hace referencia a sus fines con la parábola de las reses flacas y gordas, explicada por José al Faraón. Legalmente el artículo 118 constitucional ordena la promoción y protección del ahorro en todas sus formas, incluidas las asociativas para mejorar la economía popular.
A los trabajadores públicos y privados se les aconsejó, incluso con carácter obligatorio, afiliarse a las Cajas de Ahorros o similares. Pero es el caso que todos los bolívares acumulados en ellas se diluyeron por arte de magia como consecuencia de la hiperinflación y no oí ninguna decisión de las decretadas por Nicolás Maduro para protegerlo.
2.- No se analizó ni por un instante la repercusión de la inflación y, en cascada, de las medidas anunciadas por el gobierno, sobre los sistemas públicos y privados de seguridad social. Los montos protectores de las pólizas de seguros de salud y vida bajaron a niveles de inexistencia y los ajustes de prima a inalcanzables por el asegurado. En alguna forma debió este problema ser abordado y morigerado.
3.- Es un principio socialista y justo que los subsidios se confieran como contribución especial, conforme a las necesidades y carencias de quienes lo reciben. Cómo explica el señor Presidente, que un millonario con carro lujoso y carnet de la patria, trinomio que encaja perfectamente en muchos de sus altos funcionarios, tiene derecho a un subsidio directo por el consumo de la gasolina, mientras Juan Bimba por no tener dicho carnet con Código QR sino el raído de Acción Democrática, deberá parar su carrito porque no puede pagar el precio internacional del combustible?.
4.- Constituye una confiscación de modestos capitales, violatoria del artículo 116 de la Carta Magna la disminución, no propiamente de los cinco ceros, sino de la capacidad de compra con el monto equivalente. Demostración: 20.000.000 BsF (capital), antes de la reconversión equivalían a 4 salarios mínimos (5.000.000 BsF c/u). Eliminados los cinco ceros el capital se convirtió en 200 Bs.S, que equivale a 0,11 salarios mínimos.
En nuestro país el problema grave no es el socialismo del Siglo XXI, esa es la parodia, sino la incapacidad e improvisación de quienes lo dirigen, porque sus programas no responden a un sistema definido sino que conforman una colcha de retazos, lo que implica decisiones no coordinadas y por ende, nefastas tanto para la economía colectiva como la individual. Dios proteja a Venezuela!
jesusjimenezperaza@gmail.com
20/08/2018.
Su análisis estimado doctor refleja una gran realidad, sin dejar de desconocer el carácter delictivo e irregular denunciado por algunos diputados de la Asamblea Nacional. La otra realidad: No hay un plan nacional de desarrollo en áreas estratégicas como los servicios públicos. En Cabudare tenemos una grave crisis de suministro de agua por falta de inversiones en equipos y mantenimientos. Saludos.
ResponderEliminarGracias Alirio, por supuesto esto no agota los puntos de irregularidades, deficiencias y violaciones legales y constitucionales del programa. Gracias por tu comentario.
EliminarLa duda es que dichas medidas sean improvisadas si eres seguidor del estado comunal el empresario privado no existe solo capitalismo de estado. Este caos inevitable solo es intentado canalizarlo para que estalle principalmente a quienes no estamos de acuerdo con ellos. Saludos
ResponderEliminarMi enfoque Josê es señalando las debilidades de medidas que se toman, aun aceptando la existencia de la orientaciôn socialista del gobierno, en lo cual no creo. Ese termino "capitalismo de Estado" tampoco es acorde con el socialismo mâs rancio, porque Marx proponîa incluso la aboliciôn del Estado ya que los factores de producciôn debîan dispersarse en el proletariado. Saludos.
Eliminar