jueves, 18 de octubre de 2018

El llamado de Fernando Albán y Lorent Saleh.


Jesús A. Jiménez Peraza.

@jesusajimenezp

 
          Los venezolanos estamos a punto de llegar a la encrucijada más complicada de nuestra historia política. Diría que tiene mayor trascendencia que el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio de 1811, porque para entonces no teníamos un Estado constituido.
En efecto, debemos decidir entre asistir al referendo que, obligatoriamente, debe ser convocado para la aprobación o rechazo de la nueva Constitución discutida en ámbito cerrado por la Asamblea Nacional Constituyente, producto y órgano cuya legitimidad acepto a los solos efectos de hilvanar las ideas que seguidamente expongo o, por el contrario, abstenernos de asistir a las mesas electorales.
          Considero vital que la presencia o no en el acto referendario sea aprobada en forma masiva por el sector opositor, para tener posibilidades de éxito, después de discutir abiertamente el tema en reuniones familiares, peñas, jornadas de reflexión, medios masivos de comunicación,etc., aceptando ab initio, que ambas posiciones tienen argumentos válidos de sustentación.
          Quienes propugnan votar masivamente por el NO, que significa el rechazo expreso al proyecto que se presente y consecuencialmente, mantener la  vigencia de la Constitución de 1999, aducen que no hacerlo implica la aprobación automática de la que presente el órgano instalado, a pesar de  los serios cuestionamientos jurídicos y políticos de fondo y de forma de los cuales adolece y ello es cierto. Ganaría el gobierno por forfait.
          El grupo, también de oposición firme al régimen, que prefiere abstenerse, alegando como fundamento principal el hecho que no tenemos en el país un sistema electoral confiable, demostrado con la cantidad de votos computados como válidos para la propia conformación de la Asamblea Nacional Constituyente, integrada a capricho del gobierno por 545 personas electas, en parte, por segundo grado el 30 de julio del 2017 e igualmente, con los resultados oficiales proclamados por el Consejo Nacional Electoral en los comicios del pasado 20 de mayo del 2018, adjudicando una votación superior a los seis millones de votos a Nicolás Maduro y cerca de dos millones de sufragios a Henry Falcón, aunque las calles y centros electorales lucían ostensiblemente desolados.
También es incuestionable este argumento. En Venezuela hoy no funcionan separadamente los diferentes Poderes Públicos.
          Independientemente de las motivaciones  la conclusión pertenece a la intimidad de cada sufragante, pero debemos ahondar en las causas de la separación, porque no es posible mantenerla sobre el fin supremo, común e indiscutible, o sea,  salir por medios lícitos, constitucionales de un régimen que ha destrozado nuestra economía y la organización social,  siempre perfectible, que tuvimos hasta 1999.
          Estoy convencido que requerimos algunos elementos fundamentales para conseguir que, no obstante persistiendo la opinión individual, seamos capaces de admitir y transitar juntos un camino común para lograr el objetivo.
          En primer lugar,  entender que hay un liderazgo integrado por políticos, gremialistas, dirigentes vecinales etc. que generan confianza en una parcialidad de  ciudadanos que debemos aceptarlos como tal  y respetarlos.
          En segundo lugar, discutir y convenir en cuanto sea posible, alrededor de un programa alternativo. Muchos grupos e instituciones manifiestan saber  lo que puede y debe hacerse frente a la toma de decisiones dispersas e incoherentes del gobierno, pero la falta de unidad impide la consolidación o al menos la viabilidad de propuestas distintas.
          En tercer lugar, debe haber mutuo respeto entre los diferentes grupos opositores. No se trata de buscar seguidores para un sector determinado, sino amalgamar  la unidad de principios básicos. Es obvio que la imputación infundada o sin pruebas fidedignas sobre  hechos de corrupción entre dirigentes contrarios al oficialismo o la acusación  de que son especies de caballos de Troya, alejará la posibilidad de consolidar un frente común.
En cuarto lugar, la presentación concertadas de condiciones aceptables, posibles, que garanticen igualdad entre los participantes para concurrir al referendo. Estas deben ser difundidas en la población y presentadas al gobierno, de manera tal que de no ser aceptadas, implicaría la abstención de todos.
          La extrañísima muerte del concejal Fernando Albán e incluso, el caso de Lorent Saleh, especies de Corderos de Dios, debemos entenderlos como mensajes que invitan a extremar esfuerzos para reunificar la oposición venezolana y hacer que se imponga el Estado de Derecho violentado.
          En relación al concejal Albán, la aparición pública del Fiscal General de la República,  debió ser para solicitar que  se diera inicio a una investigación por su fallecimiento y no para dar resultas anticipadas del caso. Dentro de sus funciones omitidas,  estaba igualmente ordenar se abriera una acción penal,  de la cual es titular, para determinar el grado de culpabilidad que pudieran haber tenido sus custodios.
          En el caso de Saleh, menos grave por el resultado final y afortunadamente mucho más benigno para él, cuando le cambian la cárcel por el extrañamiento del país, también debió ser abordado de inmediato por el Fiscal Tarek William Saab porque esa  figura está expresamente prohibida por el artículo 50 constitucional.
          Quiera la Divina Providencia que el dolor por una muerte injusta y anticipada, unida al de un destierro arbitrario e inconstitucional, pueda constituir el puente entre el vastísimo sector opositor, como  todos deseamos y esperamos. Dios proteja a Venezuela!

jesusjimenezperaza@gmail.com

18/10/2018

1 comentario:

  1. Muy buenas y atinadas reflexiones. Ciertamente los casos de esos 2 infortunados jovenes deben mover a reflexion en cuanto a como hacer para desterrar, no ciudadanos sino un gobierno y autoridades que ademas de lo mal que han ejercido sus facultades, se presentan como infalibles. Gracias por los comentarios y en especial por ser una invitacion a una reflexion serena y ponderada que como sociedad todos debemos realizar. Cordiales saludos tocayo

    ResponderEliminar

El abogado, el juez y los robots.

  Jesús A. Jiménez Peraza @jesusajimenezp   En 1972 la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela, obtuvo la aprobación de una pe...