Jesús A.
Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
La
Asamblea Nacional en 1961 asumió
funciones de Constituyente, es decir, discutió y aprobó un nuevo texto
constitucional, sin estar especialmente constituida para tal fin. Fueron
analizadas con profundidad todas sus
materias bajo inspiración por el inicio
de la democracia, a consecuencia de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez
y la presencia de connotados juristas y constitucionalistas como los doctores
Ambrosio Oropeza, Arístides Calvani, Jóvito Villalba, Rafael Caldera, Arturo
Uslar Pietri, Elbano Provenzali Heredia, Jesús María Casal, Orlando Tovar y muchos
otros, cuyos enjundiosos planteamientos resaltan en el Diario de Debates.
El
aspecto sustantivo de la inmunidad parlamentaria fue ampliamente debatido,
sancionándose los dispositivos 142 al 147 a los que hicimos referencia en
nuestro anterior artículo. Se logró justo equilibrio entre la tutela que para
la libertad de su trabajo requerían los parlamentarios, sin que el fuero
especial se prestara para el abuso contra cualquier ciudadano o institución.
Sin
embargo, casi de inmediato la aplicación práctica de la inmunidad, es decir, el
allanamiento por las Cámaras y el antejuicio requerido ante Tribunales, se vio
maculado por la diversidad de interpretaciones jurídicas, causadas por la
conducta de algunos parlamentarios comprometidos en actividades subversivas
contra el gobierno presidido por el presidente Rómulo Betancourt. Para entonces
estaba ya diluido el llamado espíritu gregario
del 23 de enero y, Venezuela peligrosamente a las puertas de una
confrontación interna.
Es
injusto insinuar siquiera que el presidente Betancourt haya sido enemigo
manifiesto de la referida tutela para los parlamentarios en ejercicio. Visto
por el retrovisor de la historia y sin apasionamiento, me atrevo a decir que no
podía haber mayor defensa para el sistema democrático, que el cumplido por el Presidente con el
apoyo de Copei, después de una seguidilla de acontecimientos graves y diversos,
militares y civiles con la pretensión de dar al traste la incipiente
democracia.
Antes
de la promulgación de la Constitución, a principios de la década de los años 60, se dio
el atentado de los Próceres (24 de junio) y la división del principal partido
gobernante, Acción Democrática, a través del cual desertó gran parte de su juventud,
con la creación del Movimiento de Izquierda Revolucionario (abril 1960), que
además no se integró a una oposición pacífica sino armada, guerrillera,
recibiendo apoyo de Fidel Castro.
Al
poco tiempo de su publicación en Gaceta Oficial (1961) Jóvito Villalba con su
partido Unión Republicana Democrática abandonan el Pacto de Punto Fijo (1962),
ocasionando debilitamiento de un gobierno que debió enfrentar otra grave
escisión con el llamado Grupo ARS dirigido por Raúl Ramos Giménez, con relativa
mayoría en el Comité Ejecutivo Nacional;
alzamientos militares como el Carupanazo
(04-05-1962) y el Porteñazo (02-06-1962) amén de actos de guerra, con
diversos atentados en las ciudades y semi urbanos, como el asalto al tren de El
Encanto.
Estos
antecedentes sirvieron como base para que los Tribunales de Instrucción en
1963, aplicaran como doctrina dictar boletas de encarcelación, sin el previo
allanamiento contra algunos parlamentarios, cuyos nombres omito porque ya han
muerto y algunos, con los años abrazaron la causa democrática, sin dejar de ser
políticos.
Con
la Cámara de Diputados dirigida por la oposición, privó en la época la tesis
jurisdiccional conforme a la cual es un contra sentido pretender una interpretación
estricta ante el allanamiento de la inmunidad parlamentaria, porque los delitos
de rebelión militar son continuados y
polifacéticos, de diferentes modos e intensidad, con participación masiva de
personas autoras de acciones distintas, pero con el fin de un delito único.
En los
“Comentarios a la Constitución de la República de Venezuela de 1961”, del Dr.
Mariano Arcaya (Tomo II. Ediciones El Cojo. 1971), se puede leer la defensa
esgrimidas por los parlamentarios acusados, fundamentalmente por violación a la
letra de la ley suprema que les confería
inmunidad y, la necesidad de un antejuicio de mérito, como en efecto estaba
establecido. Allí resalta igualmente un alegato defensivo de los insurrectos, una
acusación contra el presidente Betancourt, que a la postre resultó infundada,
cual era la necesidad de crear un caos constitucional para fortalecer su
pretensión de continuar en el poder.
Lo
cierto es que a finales de ese mismo año (1963) se celebraron elecciones
universales, directas y secretas, resultando ganador el presidente Raúl Leoni, saliendo por su propia voluntad para Berna, Suiza, su
predecesor de manera de no influir en las decisiones del nuevo jefe de Estado.
Debo
destacar que no obstante que las decisiones judiciales no fueron rígidamente
apegadas a la norma, la interpretación me luce apropiada en defensa de la
institucionalidad y, por sobre todo, subrayo que el debate se hizo en las
Cámaras de Diputados y Senadores por lo que se dio cumplimiento al interés
fundamental del constituyente, como es que sea en el propio órgano de la cual forma parte el
parlamentario, en donde se debata la decisión de allanar su inmunidad.
Esa
discusión se dio en la Cámara de Diputados que estaba dirigida por la oposición
producto de las divisiones de Acción Democrática, quien en Acuerdo del 11 de
junio de 1962, denunció al gobierno de querer romper el hilo democrático o al
menos, hacerse de mayoría parlamentaria junto a la coalición oficial, con la arbitraria detención o inhabilitación de dos
grupos de diputados, sin cumplir con el allanamiento de ley.
Hoy,
después de transcurridos 57 años, parece claro que realmente se trataba de
delitos militares los atribuidos a los diputados despojados del fuero, que el
debate se dio en el seno de la Cámara y finalmente, que la situación de
inestabilidad política que se vivía entonces, aconsejaban una conducta fuerte
por parte del presidente Betancourt. Como antes dije, en nuestra opinión el
fortalecimiento del Estado y sus instituciones básicas, permiten una
interpretación atemperada de la Constitución Nacional. Dios bendiga a
Venezuela.
14/05/2019.
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