Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
Casi todas las elecciones presidenciales en Venezuela han estado polarizadas, incluyendo las de diciembre de 1998 cuando el candidato Hugo Chávez obtuvo el 56,20% de los votos válidos, imponiéndose frente al 39,97% del Dr. Henrique Salas Romberg. No obstante esa gran diferencia en las urnas electorales, en la calle el porcentaje de simpatía hacia el ganador era paritario (50% vs 50%), pero el resultado final se generó por los problemas creados por las candidaturas originales de Acción Democrática y de Copei, que no calaron en la militancia de base, ni aceptaron plegarse a la posición intransigente adoptada por Proyecto Venezuela, cuando tales organizaciones lo apoyaron en la parte final de la campaña, claro que de alguna manera, contribuyó la expectativa creada por un candidato surgido fuera del estatus, con un discurso nuevo y en apariencia inclusivo.
En las mega elecciones del año 2000, para la renovación de los cargos por votación popular a raíz de la Asamblea Nacional Constituyente, el presidente Chávez fue reelecto con el 59,76% y su principal contendor, quien unos meses antes había sido su gran aliado y co protagonista de la asonada militar del 04 de febrero de 1992, Francisco Arias Cárdenas, obtuvo el 37,52% lo que al parecer fueron los mismos votos del Dr. Salas Romberg, restando a quienes no entendieron esa candidatura opositora, por lo que las resultas no representaron fielmente, al número de ciudadanos opuestos a Hugo Chávez.
Creo que para los sucesos de abril del 2002 la tendencia se mantenía, sólo que con la protesta masiva que a la postre impusiera la momentánea salida del Presidente, dio la impresión que su popularidad había mermado mucho. Quizás no fue así sino que sus partidarios ese día se mantuvieron en silencio. En todo caso, el hecho trajo como consecuencia una gran ofensiva populista a través de las Misiones, que se materializó atribuyéndole a Chávez el 62,84% frente al 36,90% del señor Manuel Rosales, en el 2006.
En lo sucesivo comenzó el declive en la base popular del chavismo, como se comprueba con la votación que le fue contraria en el plebiscito del 2007, para la reforma constitucional destinada a perpetuarlo en el poder, en la cual la iniciativa del Presidente fue rechazada con el 50,70% frente al 49,29% que lo respaldó. Justo es recordar que estos números resultaron técnicamente incongruentes, lo que hace suponer un rechazo mayor.
Posteriormente el oficialismo ha obtenido varios triunfos en diversos eventos, pero no es posible precisar cuánto se debe a la evidente parcialización del Consejo Nacional Electoral. Incluso, en la actualidad resulta difícil apreciar los resultados de las encuestas realizadas por empresas privadas y de indudable soporte técnico, porque el dominio del gobierno sobre todos los demás Poderes e instituciones del Estado hacen dudar de la pureza de los resultados, ante las respuestas de los encuestados de alguna manera cohibidos, pero se aprecia que la balanza es hartamente favorable a la oposición.
Hago este recuento histórico electoral para recordar cómo la polarización y sus causas, fue determinante para la llegada y consolidación del chavismo en la dirección del Estado. Hoy el fenómeno se nota, desgraciadamente, en el sector de la oposición. No es posible determinar la cuantificación porcentual de cada bloque, formándose entre quienes pregonan presentarse a las Parlamentarias, que conforme a la CN1999 corresponden celebrarse en diciembre del 2020 y quienes rechazan esa posibilidad. No dudo que mayoritariamente cada grupo se constituye movidos por la buena fe, pero en cada uno existen personas que tratan por alguna oscura razón, mantener esa división.
Creo es necesario buscar puntos de encuentro porque el fin supremo de conseguir salidas para este régimen, así lo amerita. No es posible que toda la verdad esté de un sólo lado. La dirigencia de cada sector debe reunirse y buscar la encrucijada que puede ser post 6D, para el caso que la conciliación no sea posible antes. Ello implica que se respeten las posiciones asumidas por cada quien, de manera que vote o se abstenga conforme la percepción individual, pero siempre elaborando planes conjuntos para el futuro próximo. Venezuela no se termina el 6 de diciembre ni es esa la decisión más importante que tenemos por enfrentar.
En una entrevista con Ernesto Villegas, el diputado Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, refirió que no presentarán ningún proyecto de reforma constitucional, sino que aprobarán "algunas leyes constitucionales que tienen una fuerza superior a las leyes orgánicas”. Este hecho es sumamente grave y amerita una unión incondicional entre todos los opositores, porque el gobierno pretende sin consulta plebiscitaria, un cambio en la estructura del Estado, para imponer un socialismo que no está en la CN1999, ni han podido conseguirlo en ninguna forma.
El tema es que además de las inconsistencias para la ilegal convocatoria y funcionamiento, será absolutamente irrita la conclusión de la ANC. No existe en nuestro sistema jurídico la calificación de “leyes constitucionales”, sino sólo las orgánicas, las ordinarias y las habilitantes. Quizás el término pueda aplicarse a las leyes sancionadas por mandato de las Disposiciones Transitorias de la CN1999, pero ellas siguieron los trámites correspondientes ante la Asamblea Nacional, después de la aprobación de la Constitución vigente en referendo nacional.
Ese intento de reforma constitucional por un medio no establecido previamente, no puede en forma alguna conseguir enfrentada a la oposición venezolana. Se debe perdonar todo cuanto nos separa y fortalecer lo que pueda unirnos. Perdonar no es olvidar, es recordar sin hacer ni hacernos daño. Tenemos que evitar las heridas que se puedan producir con base a las diferencias entre votar o no, limitándolas dentro de las divergencias normales en el campo de la política.
Ojalá y el planteamiento sea debidamente ponderado por los partidos políticos, por las sociedades intermedias y por todos los venezolanos de buena voluntad, para impedir este nuevo intento por implantar el comunismo en el país. Dios Bendiga a Venezuela!
jesusjimenezperaza@gmail.com
09/09/2018
Formidable alerta, hermano! A trabajar para salir al paso a esta nueva y artera maniobra !!
ResponderEliminarTal como dice PP, tu ALERTA debe ser tomada y procesada. Y vale la difusión de la referida entrevista, para su análisis, y determinar pertinencia, factibilidad y consecuencias. Cuando fue?
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