Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
En el 2018,
al final de su segundo mandato, la presidente Michelle Bachelett presentó ante
el Senado un Proyecto de Reforma, considerando las peticiones de los
movimientos sociales, que en forma organizada así lo venían solicitando desde
el 2006 y 2011, básicamente. Dicho proyecto se estructuró por recomendaciones
de la Academia con la idea que los cambios requeridos para la renovación y consolidación
de la democracia fueran sostenidos y pacíficos, pero la propuesta no tuvo mayor
repercusión ni avance.
El 25 de
octubre del 2020 con un porcentaje muy cercano al 80% el pueblo chileno, por
consulta plebiscitaria, generó el inicio de un proceso constituyente y, en
consecuencia, la aprobación de una nueva Constitución e igualmente, votó que el
proyecto proviniera de una “Convención Constitucional”
y no una “Convención Constitucional Mixta”. La segunda modalidad suponía un
cuerpo integrado por igual con miembros elegidos popularmente y parlamentarios
en ejercicio. La Convención Constitucional, fue electa con vigencia durante un
año, el 04 de julio del 2021, con paridad de género y representación
proporcional indígena. Con tales antecedentes era de prever que el proyecto
contemplara las aspiraciones de reforma del grueso popular, sin embargo, no fue
así. Por incluirse sin debate previo,
suficiente y convincente temas difíciles como el aborto, feminismo, estado
plurinacional y multicultural, reforma fiscal y otros, el proyecto fue
rechazado contundentemente por algo más del 60% de la votación.
En
Venezuela, si bien requerimos una profunda revisión y reforma de la CN1999, no
es el tema prioritario porque antes necesitamos concretar en forma pacífica y
electoral la salida del actual régimen socialista, lo que no debería ser
difícil puesto la oposición al gobierno tiene una mayoría evidente y contundente.
Pero imponerla implica convencer al pueblo llano, más concentrado en la propia
supervivencia personal y familiar, de la necesidad de volver a los centros
electorales en su oportunidad, a expresarse con el voto porque la tendencia
durante los últimos procesos electorales ha sido la abstención. Recuperada la
fe en el sufragio, debemos adentrarnos en el tema del programa porque no existe
la confianza, como la hubo durante la república civil de la segunda mitad del
siglo XX para dar un cheque en blanco a quienes pretendían dirigir al Estado.
Discutido ampliamente este programa mínimo es cuando podemos buscar al
candidato presidencial, quien habrá de comprometerse en formar un equipo
multidisciplinario con los distintos factores que conforman la oposición
venezolana, para ejecutar el programa de gobierno. Cualquier candidato, que
concurra sin un programa claro, difundido y aprobado será rechazado,
seguramente en forma tácita manteniéndose la abstención.
Los
errores cometidos por el socialismo en Venezuela, dirigido por los presidentes
Hugo Chávez y Nicolás Maduro y los problemas sociales y económicos que han
generado, son hartos conocidos, realmente lo que exigimos en la actualidad es
que se planteen las formas de resolverlos y la estructuración de los equipos
técnicos y humanos que puedan lograrlo. Quienes hasta ahora se han venido
ofreciendo como candidatos a la Presidencia de la República para el próximo
período, lamentablemente no generan la confianza suficiente para hacer que el pueblo
en masa regrese a los centros electorales a expresar su voluntad, no porque algunos
de ellos no tengan el derecho y la capacidad para el cargo, sino porque no han
transmitido la posibilidad de lograr la unión nacional y coordinar la difusión
programática coherente, para resolver los problemas que conocemos.
Coronados
estos extremos durante el último trimestre del 2022 y primero del 2023, habrá
tiempo suficiente para que, mediante el método acordado y como en el cuento de
la Cenicienta, pongamos nombre a quien pueda calzar los zapatos para ser el
próximo Presidente (a) de la República, conduciendo el país dentro del tinglado
constitucional y legal y coordinar los profundos cambios requeridos. Dios bendiga a Venezuela!
11/09/2022.
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