viernes, 3 de marzo de 2023

LAS PASO a la venezolana.

 


Jesús A. Jiménez Peraza.

@jesusajimenezp


 

“El consenso es la primaria”. Esta lacónica oración pronunciada por el Dr. Jesús María Casal, viralizada en un artículo de prensa por el sacerdote Luís Ugalde, trata de justificar la necesidad de una consulta de base, vista la imposibilidad de conseguir otra fórmula idónea para designar al rival del candidato oficialista en las próximas elecciones nacionales.

Indudablemente que estoy de acuerdo con casi todas las premisas motivadoras del escrito. Al igual que un enorme porcentaje de venezolanos dentro del país y de quienes integran la lamentable diáspora, de fondo anhelamos un cambio de gobierno, que debemos propiciar y conseguir nosotros mismos, para lo cual necesitamos un líder, un equipo y un programa.

El padre Ugalde en sus reflexiones refiere una serie de dificultades para la celebración de la llamada Primaria, entre las cuales resalta el tema del costosísimo financiamiento; de la complejidad para lograr la organización tanto de los centros electorales como del voluntariado que los debe operar; la forma de compaginar el pronunciamiento de los miles de connacionales que habitan a lo largo y ancho del planeta; la actualización del Registro Electoral, cuya ejecutoria no depende precisamente de las autoridades que integran la comisión organizadora de las elecciones para designar el candidato opositor; la posibilidad de infiltración de algún quinta columnista que actúe en favor del gobierno nacional en ejercicio y otras de no menos envergadura.

Hasta allí nuestras coincidencias. Con tales argumentos la frase pasa a ser un planteamiento engañoso,  a la vez débil y muy peligroso, algo así como el dolo bueno que no es más que una mentira llena de buenas intenciones, como la propaganda del “único cigarrillo que no irrita su garganta”.

La  verdad es que la misma Comisión Nacional de Primaria y el grupo de asesores técnicos, nacen de un convenio integrador con tres postulados  por la propia Comisión  y quince, por ahora, en representación de organizaciones políticas   y factores muy diversos que se han reagrupado a raíz de la inhabilitación judicial de la Mesa de Unidad Democrática (MUD).

La Primaria y el consenso son métodos diferentes, como existen otros intermedios que pudieran servir como guía para lograr el objetivo de catapultar al futuro candidato. Me parece absolutamente inconveniente llevar al ánimo de los votantes, de por sí recelosos y desanimados para intervenir en procesos electorales, que la consulta masiva mediante sufragio  es la forma de lograr el consenso, porque no es verdad y de hecho parten de bases diametralmente opuestas.

En la Primaria cada candidato concurre con  propuestas diferentes, incluso en contradicción unas y otras y  algunos violentando nuestro tinglado jurídico, lo que aleja la posibilidad de un respaldo posterior. Por el otro lado,  un acuerdo de factores múltiples y consensuado, donde los partidos políticos no sean protagonistas sino factores paritarios, surgirían ofertas uniformes para presentar al electorado, cada una debidamente detallada y explicando el mecanismo para la efectiva aplicación una vez se asuma el gobierno,  lo que produce confianza y a través de ella el respaldo.

En Argentina la Ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral impone un proceso previo y obligatorio, cuando una misma agrupación electoral tiene multiplicidad de candidatos. Por las siglas se denomina las PASO (Primarias Abiertas Simultaneas  y Obligatorias). Una especial característica es que si en la consulta la propuesta no se supera un mínimo  de electores preestablecido en la ley, no puede el postulado  concurrir a las elecciones definitivas y lo mismo sucede con los listados a cuerpos deliberantes, en cuyo caso varias nóminas se reducen a una.

No digo que la fórmula argentina sea  ideal, pero al menos está debidamente reglamentada. La Primaria, como está prevista en Venezuela, por cierto, con muchas lagunas e infinidad de interrogantes que hacen recordar el cómo vaya viniendo vamos viendo, crea la duda sobre qué pasaría si por la baja participación popular queda demostrado que ninguno de los  candidatos satisfizo al electorado.  Conforme al planteamiento del Dr. Casal y el padre Ugalde, siendo ella sinónimo de consenso no quedaría otro camino que dejarle el paso libre al candidato de gobierno en contra de la voluntad  de no menos el 80% del padrón electoral nacional, que veríamos con angustia como fue que los políticos no pudieron atinar en escoger al abanderado opositor.

Hasta este momento  he observado que ningún factor social, diferente a los tradicionales partidos políticos, incluidas sus subdivisiones, se haya pronunciado contundentemente sobre el mecanismo de la Primaria. Tampoco he podido ver proyectos de gobierno aupados por los distintos candidatos, con la salvedad que, entiendo como tal, a  planes prudente y concienzudamente diseñados, con métodos para su ejecución y fuentes de financiamiento, dirigidos a enfrentar con seriedad la crisis que van a heredar. Sin discutir sobre ellos, mal pudiéramos creer que puede surgir un consenso de las primarias. Dios bendiga a Venezuela!

 

jesusjimenezperaza@gmail.com

03/03/2023.

2 comentarios:

  1. Excelente reflexión!!!

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  2. Excelente, tenia la esperanza wue iba a surgir alguien que nos levantara el animo...

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