Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
Todos los problemas que tenemos en el país devienen de la inobservancia a las normas y principios constitucionales y, en cascada, del incumplimiento a las leyes aplicables que la complementan. Sólo debemos estudiarla y hacerla valer, buscando en sus propias entrañas cómo actuar.El hambre; el desempleo; la degradación de
servicios públicos; la inoperatividad y estado ruinoso de instituciones de salud y educativas; la
migración, que conlleva la ruptura de las familias y fuga de mano de obra común
y de la calificada, no son el problema sino los efectos de un sistema jurídico violentado.
Pero tenemos las riquezas y la capacitación humana suficiente para superarlos.
Esas consecuencias están activadas y en
desarrollo, de manera que este es un año
crucial para el país, porque es
electoral, propicio para oír y discutir programas y proyectos, pero en vez de
hacerlo estamos embelesados en determinar cuándo serán las elecciones y quienes
podrán ser candidatos. La tradición y un principio constitucional, del cual
hemos hablado en artículos anteriores, nos dan respuesta al primer planteamiento y el
segundo debería ser más fácil, pueden ser candidatos todos quienes sean
postulados ante el Consejo Nacional Electoral por partidos políticos, grupo de
electores o iniciativa propia; que
tengan los requisitos del artículo 227 CN1999, exceptuando los inhabilitados
por aplicación del artículo 65 ejusdem, que a la letra dice:
“No
podrán optar a cargo alguno de elección popular quienes hayan sido condenados o
condenadas por delitos cometidos durante el ejercicio de sus funciones y otros
que afecten el patrimonio público, dentro del tiempo que fije la ley, a partir
del cumplimiento de la condena y de acuerdo con la gravedad del delito”. Por supuesto, las leyes orgánicas, especiales
u ordinarias deben complementar este supuesto normativo y, las decisiones
judiciales interpretarlas, sin alterar
su espíritu, propósito y razón.
Pero el tema es que estamos acostumbrados a
no aplicar las normas a los problemas, sino adaptar éstos a las leyes con la
pretensión que terminen plegándose a las soluciones que parezcan más
convenientes en un momento determinado, independientemente de su legalidad.
En la toma del Congreso en 1857 José Tadeo Monagas
con la intención de abolir la CN1830 e implantar una nueva Carta Magna, tuvo la
infeliz idea de proclamar que la “Constitución
sirve para todo”. También se le atribuye haberla definido como “un librito amarillo que vale dos pesos”.
Los efectos directos de la “doctrina Monagas”, en esta etapa
menguada en la historia republicana, se inicia con la conducta de los jueces que integraron la Sala Político
Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia, que ejercía las
funciones que hoy corresponden a Sala Constitucional y permitió, con una
sentencia llena de vacíos e incongruencias, la convocatoria a una Asamblea
Constituyente, infringiendo la
Constitución vigente de 1961, que primero debía ser reformada para incluir esa
posibilidad. Lo peor de todo es que esos magistrados actuaron respondiendo a
una amenaza directa y pública del comandante Chávez, que advirtió pararía el
pueblo en la calle, frente al tribunal, si no daban paso a la posibilidad de
convocatoria.
Asimismo, se ha debilitado la estructura
jurídica diseñada por la Constitución
vigente, a través del uso de sentencias espurias de diferentes Salas del
Tribunal Supremo de Justicia. La Sala Constitucional excedió su potestad de
control concentrando de la constitucionalidad, que le permite declarar la
nulidad de leyes y actos del Estado, dictando
normas que las sustituyen como si tuvieran potestad legislativa y no
simplemente, la posibilidad de presentar iniciativas de leyes relacionadas con
la organización del Poder Judicial y sobre procedimientos.
Son infinitos los actos contrarios al sistema
democrático y la convivencia, que tienen la apariencia de buen Derecho, por
estar autorizados mediante sentencias formales del Máximo Tribunal de la
República, con mayúsculas, porque los órganos permanecen y se empinan ante la
conducta
de sus integrantes.
En el año 2017 se dictaron diferentes “leyes constitucionales”, se designaron
funcionarios y se mutiló el funcionamiento de la Asamblea Nacional, electa en
el 2015 con mayoría calificada, que terminó con una absoluta, a través de una Asamblea Nacional Constituyente que se
instaló convocada por el Presidente de la República quien solo tiene potestad
para tomar la iniciativa y concluyó “sin
redactar una nueva Constitución” que es su objetivo principal.
No podremos tener una democracia plena ni
aspirar el cabal funcionamiento de un Estado moderno, que resuelva los
problemas de la gente, si seguimos con la imagen de José Tadeo Monagas entrando
en el Congreso de la República, blandiendo un machete. Es misión de todos,
fundamentalmente de los dirigentes, interpretar la CN1999 en forma exegética
(enunciado lingüístico), prescriptivo (conforme a los principios y derechos
humanos) y valorativo o axiológico (la justicia), eso vale para el oficialismo
y para la oposición vario pinta. Dios bendiga a Venezuela!
jesusjimenezperaza@gmail.com
01/03/2024.
En el nombre de Dios y el Espiritud Santo los iluminen y obedezcan al mandato divino...
ResponderEliminarSencillo pero contundente artículo. Acertada comparación con régimen de José Tadeo Monagas: en aquel tiempo blandían machetes, hoy la violencia esta igualmente presente, solo que en otra forma.
ResponderEliminarSaludos al dr Jimenez. Jesús López Polanco
Gran parte de los problemas que mencionas, ocurren por violación del imperio al artículo 112 constitucional, la libertad económica, el bloqueo, (uff muchas aristas) el robo, las coerciones, nada dices. No debe ignorarse las sentencias de la SC, respecto del Ius pudiendi, administrativo. (289 CRBV) Y 105 LOCGR., quien esté inhabilitado, no puede ser candidato a las elecciones del 28/07/24. La SPA, de entonces interpretó correctamente el principio de voluntad popular y de soberanía popular, es una sentencia Digna. Las sentencias se acatan o se conspira contra la CRBV. En la oposición extrema lo que abunda es el golpismo, a quien defendemos?. JRRR.
ResponderEliminarESCRIBIO JRRR
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