viernes, 30 de septiembre de 2016

Revocatorio y cronograma. Dos ideas para la paz.


Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
          No pude decidir cuál debe ser el título de las reflexiones que, con mucha angustia quiero transmitir hoy, opté por lo más fácil, inserté  los dos. Desde hace algún tiempo comencé a abordar el tema del Poder Judicial, porque ha sido la actividad a la cual he dedicado mi vida y por tanto, creo conocerlo  suficientemente como litigante y como juez. Siento profunda alarma y dolor ante su deterioro en sentido macro, que va desde la absoluta falta de credibilidad y su minusvalía ante la fortaleza de los demás Poderes del Estado, hasta la incompetencia de muchos de sus integrantes. Después entendí que no es posible arreglar una isla cuando el problema radica en el archipiélago, lo que me llevó a analizar hechos políticos, siempre bajo la óptica del Derecho, que quizás también es un error porque la política pequeña que reina actualmente en el país, no puede enfocarse desde la majestad de las ciencias jurídicas.
Dentro de este contexto he escrito mucho sobre el referendo revocatorio como única forma constitucional, pacífica y electoral de recortar o de reelegitimar el período del presidente Nicolás Maduro, al cumplirse la primera mitad del mismo. Sentí gran alivio cuando los venezolanos salimos masivamente a firmar la solicitud para formar la agrupación que debe abanderar el proceso. Lo analicé como doble  mensaje, la gente quiere salida pacífica y el gobierno así lo va a entender. Sin embargo,  el presidente Maduro demostró su inconformidad inmediatamente manifestando que “el revocatorio es una opción, no una obligación”. Aunque pareciera una perogrullada no puedo estar de acuerdo con él, porque una verdad a medias conlleva  una posible  conclusión falsa. El referendo revocatorio es ciertamente una OPCIÓN para los solicitantes, quienes cumplida la mitad del mandato de un funcionario de elección popular, pueden manifestar su derecho de revocarlo o alternativamente, dejar que continúe hasta la conclusión del término previsto para el cargo que ejerce. Los dos mandatos completos del presidente Hugo Chávez sirven de marco perfecto para graficar lo dicho. A mitad del período 2000 a 2006, fue activado el referendo revocatorio consultándose al pueblo. Durante el segundo período, 2006 a 2012, los venezolanos no hicimos uso de la potencial consulta, no obstante haberla insinuado reiteradamente el propio Presidente. Pero a la vez el referendo revocatorio conlleva dos OBLIGACIONES, que no son opciones  o concesiones graciosas, una del Consejo Nacional Electoral de convocarlo y tramitarlo dentro del ordenamiento jurídico y otro, del propio funcionario en este caso concreto el Presidente de la República, quien asume el deber de respetar el trámite y el resultado.
          En reciente rueda de prensa, la rectora Tibisay Lucena dijo algunas cosas importantes e insinuó otras sobre el referendo en ciernes. Entre estas últimas, la posibilidad que la Comisión Especial designada por el jefe del Estado, pueda determinar la validez de las firmas, lo que obviamente va a incidir en el cronograma que ya luce ajustado, porque hay algunos actos donde no se prevé una oportunidad determinada para su cumplimiento; porque no se acepta que los segmentos entre los actos son lapsos y no términos, por ende no es necesaria su conclusión una vez cumplido el acto; también porque una circunstancia sobrevenida, la cantidad extra de días no laborables así lo imponen y, en general, por la apatía oficial de darle fluidez al requerimiento referendario con sólida base constitucional. Por otra parte, creo que es justo que la Comisión Presidencial pueda  determinar la validez de dichas firmas, por lo menos el mínimo cercano a las 200.000, por constituir  condición sine qua non para el proceso, el resto sería ocioso. Agrego, como argumento favorable al jefe del Estado que  de acuerdo con una vieja sentencia de la Sala Constitucional, los procedimientos sobre referendos normados por el CNE no son inflexibles, sino que pueden ser ajustados aún en sustanciación,  por el Poder Electoral (sentencia del 10/08/2004. Exp. 03-1103). Pero también está claro que la no celebración del referendo revocatorio o de relegitimación presidencial, como prefiera cada uno llamarlo, crearía un caos social en el país que no será contenido con la asunción del Vicepresidente para terminar los dos últimos años de gobierno, porque las causas que darían razón al revocatorio, las hereda automáticamente el Vicepresidente, ya que no es de elección popular.
          Es con estas bases que les propongo a los Rectores del Consejo Nacional Electoral:
          1.- Hagan los ajustes al cronograma establecido en las Normas Para Regular la Promoción y Solicitud de Referendos Revocatorios de Mandatos de Cargos de Elección Popular, publicado en la Gaceta Electoral N° 405 del 18 de diciembre del 2007, pero resuelvan cualquier impugnación o incidencia en cuaderno separado, sin interrumpir el cronograma. Este planteamiento se ajusta a los artículos 49 y 257 de la Constitución Nacional, que imponen el debido proceso en fuero administrativo, orientado hacia la realización de la justicia con trámites simplificados, eficientes y omisión de formalismos no esenciales. También se corresponde con el principio de celeridad previsto en el artículo 2.b de las Normas antes mencionadas.
          2.-  El artículo 30 de las Normas referendarias establecidas el 18 de diciembre del 2007, en vigencia, imponen 90 días continuos para la celebración del referendo una vez cumplidas las formalidades. Este lapso lo pueden reducir a 30 días, una sola razón pero contundente, les doy para ello: el artículo 233 de la Constitución Nacional les confiere 30 días continuos para la celebración de una elección universal y directa, ante la falta absoluta del Presidente de la República. Es entonces imposible que se requieran 90 días para una simple votación referendaria.
          Señores Rectores del Consejo Nacional Electoral: la paz de la República está en sus manos, actúen conforme a sus conciencias, porque su dictado  será la única excusa que podrán esgrimir ante la historia.  Dios los ilumine!
jesusjimenezperaza@gmail.com

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