Jesús
A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
La
preocupación por los gravísimos problemas de índole sociales, éticos,
financieros, económicos y políticos que acogotan a Venezuela, a menudo nos
hacen utilizar sólo visión intermedia olvidándonos de los también ingentes en los extremos, es decir, en el mundo y los domésticos o específicos de
nuestras ciudades.
A
principios del Siglo XX vivían poco más de un millón quinientas mil personas en
la faz de la Tierra, población que ha crecido vertiginosamente desde entonces,
aumentando en cinco mil millones a la fecha, con proyección a nueve mil
millones para mediados del presente siglo. El ritmo de producción de alimentos,
construcción de viviendas con servicios básicos, agua potable, asistencia
médica y provisión de medicamentos, no es suficiente para garantizar el
bienestar de la población, a tal punto
que la Organización de las
Naciones Unidas Para la Agricultura y Alimentación (FAO), calcula que el 15% de los seres humanos están sub nutridos y no
hablemos del ejercicio de derechos humanos de tercera y cuarta generación, que
respectivamente se corresponden con el goce del medio ambiente y el acceso a la
información, donde destaca el uso de internet, los cuales evidentemente están mucho más restringidos.
Este
panorama desolador y peligroso nos obliga a prestar atención sobre las amenazas
que se ciernen sobre nuestras ciudades, porque cualquier desliz, el más mínimo
descuido en los planes de desarrollo urbano podrían sumirnos en un verdadero
infierno, por efecto de esa problemática tanto global como nacional, que es la
que analizamos habitualmente. En efecto, se estima que alrededor del 85% de la
población mundial, se concentra en centros urbanos, lo que consigue lógica explicación
en el hecho que las zonas rurales están más desposeídas en cuanto a la
provisión de bienes y servicios requeridos para su desarrollo y bienestar de
los pobladores, acrecentándose la migración interna. La actual tendencia es que
geográficamente las ciudades de América Latina y el Caribe, están sintiendo la
mayor concentración del planeta, superando a las de Asia, África y la India.
Algunas instituciones
clasifican a las ciudades para determinar los Planes de Desarrollo en cuatro
grupos: 1.- Ciudades consolidadas, como New York, París, Londres, de economías
estables que las han convertido en polos
de atracción de capitales. Es de resaltar incluso, que los modernos sistemas de comunicación han permitido que en algunos centros urbanos, se concentren
oficinas de administración gerencial de
compañías que cumplen sus funciones en otros países, con lo cual ahorran costos
operativos. 2.- Ciudades emergentes, que se constituyen en centros de interés
una vez escogido el país donde están enclavadas, por sus valores agregados,
siendo capaces por su configuración integral para atraer industria y grandes
empresas de distribución de bienes y servicios. Montevideo, Barranquilla,
nuestra Cumaná, cuna del poeta y el guerrero en Venezuela, son ejemplo de
ellas. 3.- El tercer grupo lo conforman las llamadas nuevas ciudades, donde
crece la infraestructura, planificación integral y con ello el bienestar generalizado de sus
habitantes, siendo Melbourne, Boston y Ciudad del Cabo por escoger algunas de
distintos continentes, ejemplos a seguir y finalmente, 4.- Las ciudades
híbridas, que tienen mezclas de las diferentes características, como Medellín y
Mar del Plata, donde se ha priorizado el transporte urbano y el medio ambiente
sostenible. Por supuesto que esta no es una clasificación estándar, dependiendo
de la orientación y perfil de la institución.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por ejemplo, desde
hace varios años inició el Plan de Ciudades Emergentes y Sostenibles, para
facilitar mediante el otorgamiento de financiamiento de cooperación técnica a
fondo perdido, el estudio de desarrollo armónico de poblaciones seleccionadas, siempre
que tengan características predeterminadas
tomadas conforme al país y que en Venezuela, se corresponde con poblaciones
entre 100.000 y 2.000.000 de habitantes. Una ciudad emergente requiere haber
obtenido un crecimiento poblacional y económico, entre censo y censo, superior
al promedio nacional. Este es un programa de gran envergadura e importancia, si
partimos del hecho que como ya se ha señalado son los centros urbanos, precisamente
con las características de la capital larense, quienes recibirán mayor impacto
emigratorio.
Aplaudo y
respaldo la idea de constituir en Barquisimeto un Consejo Consultivo de
Participación Ciudadana, conformado por profesionales de altísimo nivel
intelectual, hombres y mujeres desprendidos, que invierten su tiempo y
conocimientos acumulados al servicio del bien común y ad honorem; es una
agrupación no dependiente de autoridades públicas, de conformación heterogénea,
multidisciplinaria y de buena voluntad.
En mi
criterio lo primero que requiere Barquisimeto es lograr su articulación con el
Valle del Turbio, que aún cuando escapa de la competencia de las autoridades
regionales, su estado de abandono, indefinición y anarquía afecta gravemente a
la ciudad. El Consejo Consultivo no tiene competencia pero sí legítimo interés
y jerarquía, para convocar a las
distintas autoridades e institutos nacionales y locales a sentarse en mesa
redonda y discutir un problema complejo, multidisciplinario e importante, como
es determinar el uso racional y armónico
de unas tierras sensibles, aptas para la agricultura, el turismo y
esparcimiento, minería, construcción de viviendas, práctica de deportes,
reservorio de flora y fauna y desarrollo ambiental en general. La actualización
del PDUL; evitar el regreso de El
Manteco, mercado a cielo abierto y en casuchas insalubres que alguna vez
funcionó en la carrera 21, con problemas que se habían solventado con Mercabar; la seguridad del Aeropuerto
Internacional Jacinto Lara y urbanismo aledaño, deben ser temas prioritarios
independientemente de las competencias orgánicas. El actual alcalde, Alfredo
Ramos, durante su campaña fustigó la indebida distribución y ubicación de las
estaciones del sistema de transporte masivo de pasajeros Transbarca. En esa
oportunidad comentaba que la circulación debía ser por el canal de servicio en
las grandes avenidas, lo que me pareció un planteamiento lógico. Ya como
autoridad constituida no sé que ha hecho para mejorar el gravísimo problema que
inutiliza, de paso, arterias viales de
mucho flujo vehicular como la avenida
Venezuela.
Siento que en diferentes aspectos estamos
perdiendo las condiciones que hicieron de Barquisimeto una ciudad ideal, de la
cual sólo va quedando el eslogan y la denominación del twitter. Nuestras calles
están mal iluminadas unas y otras oscuras,
con huecos de todo tamaño, sucias y con poca vigilancia policial; las plazas llenas de monte; sin señalización
generalizada en las vías, que muchas veces se utilizan como talleres mecánicos,
lavados de autos y caucheras; una ciudad donde los muertos no descansan en paz
porque profanan sus tumbas y los vivos han logrado construir modernos edificios,
donde habían casas de estilo colonial llenas de historia. Imaubar, instituto
para el aseo urbano, no funciona apropiadamente a pesar de los altos costos del
servicio que conllevaron a un grupo de ciudadanos a presentar una demanda de
nulidad de tarifas, ante Tribunal competente. Ya no sabemos cuántas Zonas
Industriales tenemos, porque en cualquier urbanización hay una instalación
fabril. Muchos colegios privados funcionan en urbanizaciones residenciales,
ocasionando congestión vehicular y obligando a los niños a estudiar en locales
no acondicionados técnicamente para ese servicio. Entiendo que muchos problemas
tienen origen en decisiones de autoridades nacionales, pero corresponde al
gerente de la ciudad, al alcalde, enfrentarlos, gerenciarlos y comunicar
soluciones, no sólo promesas en programas de televisión. Divina Pastora, ayuda
a tu Barquisimeto e ilumina a su Consejo Consultivo!
jesusjimenezperaza.blogspot.com
Saludos apreciado amigo.
ResponderEliminarTe felicito por tan buena pluma, ideas, conceptos, opiniones, de una claridad y comprensión para todo público, mejor dicho para todo ciudadano interesado en poder entender y comprender el significado de ciudad.
En los actuales momentos es cuanto más necesita la ciudad de la participación de todos nosotros, con ideas innovadoras, creativas, humanitaria y alejada del populismo político de ofrecer soluciones bajo el manto de la demagógia. Por esa razón apreciado amigo, te felicito. Los cambios lo lograremos educando a la población, y estas líneas son expresión de educar ciudadanos. Hasta pronto apreciado Chubeto.
Pertinentes comentarios los del Dr. Jimenez Peraza, un ciudadano que ejerce su función, hacer ciudadanía. El blog es un excelente medio para difundir y debatir estas ideas. Los contenidos de esta nota están en el tapete, y muchos esperan que los Consejeros los atiendan. Toca reiterar nuestro compromiso.
ResponderEliminarExcelente visión de una ciudad como la nuestra Dr. Jimenez Peraza, que pareciere no tener dolientes, sino aprovechadores de su municipio.Resultado de ello es la indolencia como se ha manejado el asunto del Cono de Seguridad y tan peor como eso, tener una pestilente morgue en el mismo cementerio municipal donde la profanación de tumbas es un negocio a voces por lo que pienso, ante el respeto que me merecen las personas que conforman un Consejo Consultivo, que les pusieron allí, para silenciar la vocería municipal.Ojalá su blog anime a cuantos nos duela Barquisimeto.
ResponderEliminarAtentamente
Jorge Ramos Guerra