martes, 23 de enero de 2018

La propuesta de primarias es un falso positivo.

Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
 Ya es hecho conocido y aceptado la finalización  del Diálogo en República Dominicana, entre el gobierno de Nicolás Maduro y el grupo de ciudadanos que se atribuyó la representación del amplísimo sector que le hace oposición.  De ninguna manera significa que la técnica de la conversación directa, como forma de resolver conflictos entre los hombres, pueda quedar abolida. Son más los ejemplos de su utilidad a lo largo de la historia nacional y universal, que los negativos.
Pero visto en perspectiva y considerando como un elemento anecdótico, su fracaso atribuido por el gobierno a la intervención de la Unión Europea con el dictamen de sanciones, no para Venezuela sino contra algunos funcionarios públicos venezolanos, las resultas fueron consecuencia de su indebida estructuración. Habíamos advertido que no existía una Agenda propiamente dicha, donde las partes hubiesen acordado puntos en discordia para buscar soluciones posibles, razón final o teleológica del diálogo político. Los dialogantes plantearon hechos cuya existencia no estaban recíprocamente aceptados y, que por esa misma causa, no podían ser transigidos. Así por ejemplo, la oposición no admite la existencia de la Asamblea Nacional Constituyente, como proponían los oficialistas,  porque de antemano se aducía la ausencia absoluta de convocatoria por el pueblo de Venezuela  para su conformación. Tampoco podía ser debatida la libertad de los presos políticos, porque “no existen en el país”, ni permitir el corredor humanitario ya que no hay crisis de alimentos y medicinas, a los cuales se puede tener acceso con el carnet de la patria, según pregona el gobierno. En medio de estas incidencias transcurrió un tiempo precioso, porque desde hace mucho las autoridades del PSUV y el presidente Maduro habían insinuado que las elecciones presidenciales serían en los primeros meses del 2018.
No he podido entender a estas alturas como es que a la Mesa de la Unidad el gobierno le reconoció  legitimidad como sujeto activo del Diálogo, pero los partidos más importantes que la constituyen no la tienen para ejecutar los actos que legalmente le corresponde, como postular candidatos a los actos electorales. Acción Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular integran la Mesa pero están inhabilitados porque no concurrieron a las elecciones de alcaldes, una sanción impuesta sin previsión legal ni potestad por la Asamblea Nacional Constituyente, órgano que no está convocado y por ende no tiene vida en Derecho, según acertadamente aducen los diputados de la Asamblea Nacional que la representan, aunque ésta a su vez,  tampoco está plenamente reconocida por el Ejecutivo en acatamiento de diferentes sentencias del  Tribunal Supremo de Justicia que la condenan (a la Asamblea Nacional) por desacato  y le restringieron sus funciones de control “que deben ser coordinadas” con el Vicepresidente Ejecutivo  “para evitar sean vulnerados los derechos fundamentales” (sentencia Sala Constitucional del 01.03.2016, Exp. 16-0153). Al mismo tiempo, la Asamblea Nacional desconoce la vigencia constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, razón que la llevó a designar  nuevos Magistrados el 21 de julio del 2017, quienes están en el exilio porque usurparon el cargo según las autoridades del Ejecutivo Nacional. Lamentablemente varios años ha que murió Cantinflas, única persona que quizás haya podido desenredar este enredo tan enredado.
Durante el día de hoy, 23 de enero del 2018 fue propuesto un Decreto a la Asamblea Nacional Constituyente, cuyo proyecto fue unánimemente vitoreado por sus integrantes, lo que implica su inminente sanción para que se convoque, por el Poder Electoral, a elecciones presidenciales durante el primer cuatrimestre del presente año. Esa no es función de la Constituyente, las cuales se limitan a proponer la transformación del Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico, lo que requiere previa redacción de una nueva Constitución, que debe ser aprobada en referendo nacional. Al parecer ya la Mesa de la Unidad recogió el guante y plantea celebrar unas primarias para escoger el candidato opositor, “porque así había sido aprobado desde hace algunos meses”, no obstante que en política las circunstancias cambian, como en efecto han cambiado en esta materia. Es muy corto el lapso para rehabilitar partidos y celebrar las primarias. El método  abrirá heridas entre los participantes, ocasionará enormes costos, dividirá la oposición y por sobre todo, es un falso positivo o planteamiento que en Derecho se conoce como capcioso, porque se fundamenta en un supuesto falso. Aparentemente es un método democrático para postular al candidato con mayor respaldo, sólo que en la realidad se extrae de un universo de personas  que integran una minoría y por ende, no tiene influencia alguna en el conjunto, distinto era, obviamente, el caso de las precandidaturas partidistas en la década de los años 1980, cuando los dos partidos principales sumaban el noventa por ciento del electorado, de manera que en el peor de los casos al presentarse nacionalmente garantizaban una mayoría por lo menos, simple.
El candidato opositor, para tener oportunidad de derrotar al oficialismo debe ser producto de un gran consenso nacional, donde la Mesa de la Unidad y los partidos que la integren sólo constituyen un factor, muy importante por cierto pero sólo es un elemento, no el protagonista. Debe buscarse la fórmula de integrar al sector académico, al estudiantil,  a los empresarios y trabajadores a través de sus grandes, medianas y pequeñas asociaciones e incluso personalidades con voz y ascendencia en el gran auditorio nacional, amas de casa, gremios etc. Debe coordinarse y garantizarse en lo posible la participación de los miles de votantes que actualmente residen en el exterior, sin olvidar a los sectores chavistas no comprometidos con el gobierno. Estamos obligados a buscar un candidato, no que obtenga la mayoría entre el 10% de los votantes, sino capaz de volar hacia un cielo abierto, sin techo alguno, porque es la última oportunidad de evitar la consolidación del llamado socialismo del Siglo XXI. El candidato de la oposición no debería ser escogido con una participación tan magra, que justifique el lanzamiento de otras candidaturas que, de buena voluntad o por favorecer al gobierno, se postulen igualmente aduciendo tener una mejor oportunidad. Dios proteja a Venezuela!

23/01/2018

1 comentario:

  1. Los factores democraticos debemos ir a la eleccion de Presidente con un CANDIDATO NACIONAL

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