jueves, 26 de abril de 2018

El pueblo venezolano está buscando el camino.


Al amigo Dr. Jorge Rosell, dedico.
Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
Resultado de imagen para sieyes biografia          Emmanuel Joseph Sieyés (Fréjus, 03/05/1748 – París, 20/06/1836), político, filósofo y clérigo jesuita, fue uno de los ideólogos que motivaron la Revolución Francesa en 1789, la Constitución promulgada por la Asamblea Nacional de 1791 y de la Era Napoleónica, escribió más que un ensayo, un libro titulado El Tercer Estado contentivo de las orientaciones y principios de dicha Revolución, fundada en las respuestas a tres preguntas, ¿Qué es el Tercer Estado?, todo; ¿Qué ha sido hasta el presente en el orden político?, nada y, ¿Qué busca?, llegar a ser algo. El tercer Estado es el pueblo, “el pueblo llano”, la masa popular conformada por profesionales, criadores - agricultores, comerciantes y artesanos, separados de la burguesía y de la realeza.
          En la concepción de Sieyés, la subsistencia y prosperidad de la República, depende de la organización de las funciones públicas en coordinación con el trabajo de los particulares. El término República, es propiamente una de las formas de organización del Estado, por lo que adaptándonos a los tiempos actuales creo pudiéramos aplicarlo mejor al concepto de Nación, ente conformado por una población, un territorio y un gobierno, con costumbres, usos e idiomas comunes.
          La dirigencia de la Nación la confiere Sieyés, a una clase especial a quienes denomina filósofos, cuya función es fijar objetivos los cuales deben alcanzar con precisión, mientras en la búsqueda participan los administradores, personeros llamados a hacer los ajustes que fueren necesarios.  La diferencia entre ambos la explica de una manera monumental: Si el filósofo no haya al objetivo, desconocerá dónde se encuentra; si es el administrador quien no lo consigue  ignorará hacia dónde se dirige.
            Creo oportuno aplicar esta vieja pero obligante lectura a la Venezuela de hoy. Varios días después del inicio de la campaña electoral no percibo  interés en el pueblo llano, lo que no tiene justificación alguna porque estamos en la hora más menguada en toda nuestra historia política contemporánea.  Es ese fenómeno precisamente, la falta de motivación colectiva,  lo que me lleva a repasar las líneas del Tercer Estado y concluyo, en que por encima de los problemas gravísimos que vivimos en el orden económico, social, cultural y financiero, que por razones obvias deberían unirnos en procura de soluciones, sufrimos de una  apatía generalizada nacida de la ausencia de objetivos claros, determinados y explicados por líderes confiables.
          Fíjense que los tres planteamientos fundamentales en la doctrina de Sieyés continúan vigentes, con similares respuestas: ¿Qué es Venezuela para nosotros? Todo y, en ello estamos contestes. La diáspora actual que nos aflige no es una renuncia al país, es simplemente una acción de supervivencia, postergando el ejercicio de nuestra querencia por la patria. ¿Qué consideramos han hecho nuestros administradores? Nada, hablamos de un país rico con una población empobrecida y la causa uniformemente admitida, ha sido la de problemas generados por nuestros diferentes gobiernos, bien sea por elementos de culpa, bien de dolo generalizado, por supuesto distribuida en diferentes grados de responsabilidad. En lo personal, creo que aunque muchos elementos se generan por la ausencia de liderazgo y programas apropiados, también hemos tenido personas y gobernantes dedicados enteramente a la función pública, de manera desinteresada y eficaz, lamentablemente me parece que este no es un criterio generalizado.
          Pero es en el tercer planteamiento donde nos dividimos los venezolanos y en general, nos diferenciamos los opositores específicamente. ¿Qué queremos para Venezuela? Este tiene que ser el centro del debate. Diagnosticados los problemas, son las soluciones la prioridad, sólo que la desconfianza impide creer ciegamente en mesías y ello obliga a iniciar una labor de ilustración, que necesariamente requiere de tiempo prudencial para conocer, convencer y decidir, que son las etapas fundamentales del complejo proceso electoral que hoy sustanciamos.
          He querido, mediante este sencillo razonamiento, respaldar el planteamiento que durante la semana han puesto sobre el tapete  tanto la Conferencia Episcopal Venezolana, como el  Frente Amplio por una Venezuela Libre y, concretamente en Lara el amigo Dr. Jorge Rosell. Urge en Venezuela que se reprograme la consulta electoral, estableciendo tiempos y actos que nos den seguridad a los electores. Cierto es que no establece la Constitución un lapso determinado para celebrar las elecciones presidenciales. La Ley Fundamental de 1999  estableció la posibilidad de  reelección y, en la reforma del 2009 se aprobó que la misma sea indefinida, pero la lógica, los principios básicos y elementales del Derecho, la tradición histórica en el país, impiden la existencia de un segmento tan largo entre la designación del nuevo Presidente y su toma de posesión. Tampoco hemos conocido en nuestra historia contemporánea, la activa existencia de un órgano supra constitucional mientras el pueblo toma tan trascendental decisión, como es el cambio de sus autoridades. 
          De manera que es fácil predecir, que la apatía popular en la recién iniciada campaña electoral irá necesariamente en aumento, acorde con la inflación y el discurso vacío y lo peor, que cualquiera sea el designado no gozará del respaldo suficiente, para saber dónde está, que buscar y cómo conseguirlo. Dios proteja a Venezuela!
26/04/2018.

3 comentarios:

  1. La sustitución conseguida por la revolución francesa (única verdadera) de un Estado Feudal a una República, no puede derivar como ocurre en Latinoamérica de Reyes a Presidentes que se consideran como tales.El comportamiento de los nuestros (desde Caldera hasta Chavez, excluyo a Rómulo y Leoní) como los de Correa, Lula y Morales hacer ver que todavía para nosotros no ha nacido una verdadera República

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Extrañamente José, los Planteamientos de Seigés continúan vigentes, pero expresamente sustituyo a los efectos de estas reflexiones, el concepto de "República" a la cual se refería El Tercer ​Estado por el de "Nación", para que pueda encajar, porque esta no es una forma de organización del Estado sino un ente conformado por territorio, gobierno y población con características comunes. Saludos.

      Eliminar
  2. Definitivamente Venezuela necesita que nos pongamos de acuerdo, y al unisono le demos un gran empujón.El problema de "no dar pie con bola" no es la MUD, Henrry, ni un tercero, el problema somos nosotros mismos, que dejamos en manos de terceros la búsqueda de la solución, para no hacer el mínimo esfuerzo para lograrlo.

    ResponderEliminar

El abogado, el juez y los robots.

  Jesús A. Jiménez Peraza @jesusajimenezp   En 1972 la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela, obtuvo la aprobación de una pe...