Ante la tragedia vivida por Venezuela, materializada
en la escasez, la hiperinflación, la diáspora etc, oí a la señora Michelle
Bachelett manifestar que enviaría su equipo, como avanzada, a constatar las denuncias efectuadas por la
oposición sobre violación de los Derechos Humanos en el país, adelantando que los
mismos se apreciaban aun a distancia.
Igualmente manifestó que parte de las causas, nace por la política de
restricciones económicas impuestas por Estados Unidos.
La verdad no puedo entender cómo es que la
Alta Comisionada para los DDHH de la ONU, de vasta experiencia en el tema por
haber sufrido, en su propia familia lo que significa el desconocimiento de
derechos elementales, además por su condición de haber sido dos veces
presidente de un país víctima del flagelo, pueda combinar en una sola idea dos
hechos absolutamente distintos.
En esta materia toda conducta, bien cumplida
por el victimario directo bien por un tercero, debe ser procesada por separado
porque ninguna causa puede justificar o atemperar la violación de un Derecho
Humano.
En efecto, el gobierno venezolano a través
del canciller Jorge Arreaza, invitó a la señora Bachelett a constatar in situ,
los efectos del Decreto u Orden Ejecutiva Obama, ratificado por el presidente
Trump, por amenazar la Seguridad de Estados Unidos y que ha servido como base, según
el ministro de Relaciones Exteriores, para retener fondos públicos nacionales
depositados en bancos foráneos, impidiéndosenos adquirir alimentos y medicinas.
La oposición venezolana, por su parte, ha presentado una serie de denuncias por muertes de manifestantes;
detenciones ilegales y presos en condiciones infrahumanas; persecuciones; impedimento de recibir ayuda humanitaria;
desabastecimiento en hospitales públicos; intervención en fincas e industrias,
sin compensación alguna, entre otros hechos graves.
Estos actos deben ser investigados por la
señora Bachelett y su equipo, pero no teniendo de antemano al Decreto Obama
como una causa de justificación de los hechos pregonados por la oposición
venezolana, sino considerando que ambos son en principio, casos separados de violación
de Derechos Humanos al pueblo de Venezuela, a quien debe tener como víctima
única, con diferentes victimarios.
El
país nacional debe estar atento a la actuación del equipo de avanzada y a la
conducta de la señora Bachelet. Los DDHH son de amplio espectro, ya no se reducen
sólo a que toda persona tiene garantizada su vida y libertades proclamados en
los instrumentos y tratados internacionales, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, por
su origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. Estos constituyen los llamados DDHH de Primera Generación.
También
están reconocidos desde la finalización de la Primera Guerra Mundial, el grupo
de derechos de Segunda Generación, como Económicos, Sociales y Culturales,
incorporados en un Pacto Internacional que lleva ese nombre y propulsados en
una Segunda Carta de Derechos, cuya autoría corresponde al presidente Franklin
Delano Roosevelt. Allí se incluyen los derechos al trabajo, huelga y libertad
sindical, seguridad social y protección a la familia.
Más
recientemente surgen los de Tercera Generación, relacionados con el medio
ambiente, donde merece mencionar el tema central de la Encíclica de SS
Francisco, Laudato SI, como derecho a un medio ambiente sano. Acá puede ser
investigada la destrucción de bosques y acuíferos ocasionada por el arco
minero.
Doctrinariamente
se habla hoy de los Derechos de Cuarta y Quinta Generación, representados por la tecnología. De manera
que las restricciones a internet y a los avances tecnológicos que sufrimos en
Venezuela, también deben ser incluidas dentro de la labor del organismo
especializado.
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Después de
por lo menos 96 horas sin energía eléctrica, como promedio en el territorio
nacional, obviamente lo que constituye una violación a los derechos
individuales y colectivos del pueblo venezolano, circunstancia que se prestó a
cientos de comentarios e hipótesis a través de las restringidas redes sociales
operantes en condiciones en extremo difíciles, se dio como explicación oficial que sufrimos un “ataque cibernético por Estados Unidos” por lo cual “Nicolás Maduro se presentaba ante su pueblo
a dar la cara”.
Por
cierto, un mandatario “da la cara” cuando
reconoce haber cometido un error que debe explicar a su mandante. Lo que hizo
Nicolás Maduro fue presentar una gravísima
acusación contra el gobierno de Estados unidos.Si tiene
las pruebas pertinentes, ese acto reprochable tipifica como una acción que amenaza y quebranta la paz, siendo por tanto un acto de agresión
internacional, previsto y sancionado en el Capítulo VII (artículo 39 y
siguientes) de la Carta de las Naciones Unidas, por lo que debe ser
oficialmente planteado ante el Consejo de Seguridad, para que haga las
recomendaciones o decida de conformidad con los artículos 41 y 42 ejusdem.
Estas medidas contra ese acto de agresión pueden ser coercitivas o preventivas
dependiendo de su magnitud.
Los
hechos denunciados tanto por el gobierno nacional como por la oposición, a los
cuales hicimos antes referencia, deben ser investigados por la Alta Comisionada,
señora Bachelette, de manera exhaustiva y concluyente.
Igualmente
deben ser presentadas las pruebas técnicas, que no simples informes o
testimonios, sobre el ataque cibernético del cual, presuntamente, fuimos
objeto, porque costaron no sólo inmensos recursos económicos para un pueblo
depauperado, sino además en vidas humanas
y en salud, producto de la angustia, el estrés y la incertidumbre
vividas durante largas horas, que se hicieron días. Dios bendiga a Venezuela!
12/03/2019.
@jesusajimenezp
0414 5084636.
Ella debe renunciar si no renuncia
ResponderEliminarCreo que bachalet tiene el síndrome de Estocolmo como se puede dejar de percibir lo obvio. Solo con la presencia de tantos venezolanos en su país de origen sería prueba suficiente de la violación de los derechos humanos o creerá que se van porque aquí los destierran forzosamente. Los hechos notorios están relevado de pruebas por lo cual al no condenar lo que ocurre en Venezuela es simplemente complice. Pinochet estaría riéndose de ella
ResponderEliminarEn relación, a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dadas las manifestaciones de amistad que otrora demostraba al difunto Chavez, y simpatía con los presidentes de tendencia socialista / comunista, de los cuales quedan registros gráficos, su imparcialidad con lo que ella determina como caso Venezuela, nos da a un sentimiento de desaliento, mas sin embargo, no nos queda mas que esperar que Dios le dé la sabiduría necesaria para quedar del lado correcto, sino la historia y Dios se lo reclamará.
ResponderEliminarHoy más que nunca no debemos renunciar a la lucha en busca de nuestro primer objetivo Cese a la usurpación,este problema es de nosotros los venezolanos y solo nosotros con mucha valentía y el pueblo en la calle sacaremos a estos narcodictadura,que no se acabe la esperanza y que solemos siempre que nuestra liverlib está cerca!!!!
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