sábado, 25 de julio de 2020

El ejemplo de Punto Fijo y la Moncloa.


Jesús A. Jiménez Peraza.

@jesusajimenezp 

Cada día los problemas del país nos atormentan más, parece que son infinitos por sus causas y por sus efectos. Algunos son de vieja data, otros agravados o recientes creados por mala praxis política y otros de generación no imputable a la voluntad humana, al menos vernácula, como el Covid-19, pero magnificados por la falta de voluntad común en matizar las secuelas que producen.

Quizás sea conveniente mirar al pasado, porque puede depararnos ejemplos claros para regir nuestra conducta hoy. El Pacto de Punto Fijo y los de la Moncloa, tienen algunos aspectos en común, a pesar que el primero fue suscrito entre partidos políticos, ninguno en el gobierno para el momento de su firma, mientras el español fue entre el gobierno y la oposición. Lo importante es que tuvieron como diana darle gobernabilidad a Venezuela y España, respectivamente, en horas muy cruciales, lo que significa que dieron preeminencia a los intereses de la República, sacrificando algunos de menor entidad  circunscritos a las organizaciones políticas, en cuyo nombre fueron signados e, incluso, de las personas naturales que actuaron en su nombre.

Indudablemente y, es quizás, lo que debe llamarnos la atención, en ambos casos los objetivos gruesos fueron logrados, por lo que deberían ser tomados como modelo, para buscar solución a los problemas que acogotan a los venezolanos de todas las esferas sociales organizadas. Hoy mismo vemos con mucha pena, en la acepción de dolor intenso, el movimiento colectivo desplegado por los jubilados y pensionados, a quienes sus asignaciones resultan insuficientes no solo para satisfacer las necesidades básicas de un día, sino incluso para pagar el transporte hasta la entidad bancaria donde deben cobrarla.

El Pacto de Punto Fijo llevó ese nombre porque fue firmado en la Quinta “Punto Fijo” del Dr. Rafael Caldera en Caracas, el 31 de octubre de 1958. Fueron sus otorgantes, el anfitrión, Pedro del Corral y Lorenzo Fernández, por Copei; Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios, por Acción Democrática y, Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Rivas, por Unión Republicana Democrática. Fue excluido el Partido Comunista de Venezuela. Algunos de los otorgantes fueron Presidentes de la República y otros candidatos, muy cercanos a ser investidos con el altísimo honor.

Los objetivos comunes y fundamentales del acuerdo, fueron: 1) Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral,   cualquiera que fuese el triunfador. Se renunció al  uso de la fuerza para impugnar o alterar el resultado. 2) La formación de un gobierno de coalición y unidad nacional. Ninguna de las tres organizaciones tendría la hegemonía en el gabinete ejecutivo. A los pocos meses de instalado el gobierno, URD abandonó la coalición, pero Copei continuó, hecho fundamental para permitir la conclusión del gobierno en funciones.  3) El compromiso de presentar ante el electorado un programa mínimo común, el cual fue firmado por los mismos signatarios, el día anterior al acto de votaciones (01-12-1958) en la sede del Consejo Supremo Electoral.

Acción Democrática resultó ganador (49,18%), llevando a la Presidencia de la República a un venezolano de excepción, el señor Rómulo Betancourt, quien se mantuvo en el ejercicio efectivo del poder no obstante los atentados, guerras urbanas y operaciones guerrilleras desplegadas por el partido comunista y sus allegados, quienes habían obtenido el 3% en las preferencias electorales. Vale recordar  los porcentajes para apreciar como los hechos de fuerza tienen significación en política, aun no siendo proporcionales  a la voluntad popular.

Para el 25 de octubre de 1977, la situación económica y en general, el ambiente jurídico y político  de España era mucho más compleja que la de Venezuela actualmente.  En forma mediata venían de una cruenta guerra civil (1936 – 1939) y sin haber intervenido formalmente en la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), estuvieron involucrados por cuanto el general Francisco Franco había solicitado y obtenido apoyo militar de Adolph Hitler y de Benito Mussolini, durante la confrontación interna. Estos dos hechos le impidieron además, beneficiarse del Plan Marshall (European Recovery Program) ejecutado para la reconstrucción económica de Europa Occidental.

Durante treinta y cinco años España fue sometida a la dictadura férrea de Francisco Franco, que se mantuvo 13 períodos consecutivos, se caracterizó fundamentalmente por el atraso económico – industrial; por el dominio de un partido político único (la Falange) de  doctrina fascista, al estilo de la Italia de Mussolini; con marcada influencia religiosa y sindical, además del control de los medios de comunicación.

Los cambios políticos se iniciaron con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, asumiendo  el Consejo de Regencia la jefatura del Estado a cargo del rey Juan Carlos I de Borbón, quien protocolarmente ya había sido designado como tal por  Franco, unos años antes. De la jefatura de Gobierno se encargó Luis Carrero Blanco, militar, quien fue víctima de atentado terrorista  y a éste lo sustituyó el franquista Carlos Arias Navarro, renunciando al poco tiempo por problemas con el monarca. Lo sustituyó por designación el abogado Adolfo Suárez.

El 15 de diciembre de 1976 fue aprobada, vía referendo, la Ley Fundamental que sirviera de base para una consulta electoral, la primera desde 1936, ganando por estrecho margen  Adolfo Suárez, líder de la coalición Unión de Centro Democrático (UCD). Consciente que no tendría éxito una gestión sin base popular, en un país con los múltiples problemas que se agravarían aún más, apuntalados en la inflación y el desempleo, convocó a  un acuerdo macro integrado por dos documentos separados, uno de carácter económico, magistralmente motivado por el ministro de Finanzas Enrique Fuentes Quintana, quien sostuvo en TV: "El camino es la negociación. El país ha mostrado un deseo inequívoco e irreversible de renuncia a la imposición como vía para resolver los conflictos, y porque la oposición es parte del poder. Los problemas planteados  afectan al interés nacional, y  exigen para su solución la participación de todos los grupos, y de todos los partidos".

El segundo documento enfatizó el tema político, a cuyos efectos se inició la discusión y promulgación de una nueva Constitución, aprobada en referendo popular el año siguiente, previo acuerdo entre el gobierno, sindicatos, empresarios, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), representado por Felipe González y el Partido Comunista Español (PCE), bajo la dirección de Santiago Carrillo, además de los otros líderes políticos habilitados.

Es difícil pensar que después de estos ejemplos no seamos capaces de elaborar una Agenda en el país, frente al desastre económico, político y social, que vivimos y que pueda  conducirnos a un  entendimiento en áreas prioritarias y comunes, que obviamente todos tenemos interés en resolver, ejemplos: 1) Servicios públicos, como energía eléctrica, agua y aseo urbano. Este último es fundamental por su influencia en la salubridad pública y la industria del turismo. No es posible dejarla sólo en manos de las alcaldías, esa es materia de competencia concurrente, donde deben intervenir los estados y la república. 2) Inflación y empleo, dentro de este renglón debe estudiarse y resolverse el problema humano de los jubilados y pensionados. 3) Petróleo y empresas básicas de Guayana. 4) Producción industrial y agrícola. Es prioridad analizar los resultados de las expropiaciones de empresas y rescates de tierras rurales, sólo falta la voluntad de hacerlo.

Ni el gobierno puede continuar, ni los factores de oposición pueden aspirar gobernar, en las actuales condiciones. Entiendo que la dificultad para llegar a acuerdos es el desconocimiento recíproco de los actores políticos, para la oposición el gobierno es ilegítimo y para éste, aquella es escuálida y fraccionada. Pero ese precisamente es el elemento importante: reconocerse, no obstante los argumentos que racionalmente se tengan, para resolver problemas macros y de otra manera impenetrables.  Analicen los Pactos de Punto Fijo y los de la Moncloa, en ellos consiguen todos los ingredientes que son necesarios hoy y ya en Venezuela. Dios bendiga a Venezuela.

jesusjimenezperaza@gmail.com

25/07/2020.

 

 

 

 


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