Jesús
A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
SS Francisco acaba de publicar uno de los documentos más
oportunos y hermosos de la Iglesia católica. En su primera encíclica, Laudato
Si, abogó por la conservación de lo que llama la casa común de todo cuanto Dios creó sobre la Tierra para el
bienestar de su obra máxima, el hombre. En forma perfectamente sincronizada
dedica esta tercera carta pastoral Fratelli Tutti (Todos Hermanos), a la
fraternidad y la relación social, que simboliza el amor de San Francisco de Asís
por el sol, el viento y el mar, con lo cual entiendo que compagina el centro
neurálgico de ambos documentos, enlazados por su segunda encíclica, Lumen Fidei, fundada en la fe, dirigida
fundamentalmente a los obispos, presbíteros, diáconos, personas
consagradas y en general a todos los
fieles laicos.
Precisamente es la fe la virtud teologal que nos permite
aceptar y entender la Palabra de Dios y del santo pontífice que habla en su
nombre, sin necesidad de percibir prueba
alguna a través de nuestros órganos sensoriales.
Es a través de sus prédicas y obra escrita como puede analizarse el pensamiento de SS Francisco. Basta leer el Evangelio y las cartas pastorales de sus antecesores,
incluido el estadista más grande que ha puesto Dios sobre la Tierra, el Papa
Juan Pablo II, para entender que el Santo Padre persiste en continuar la orden
impartida por Jesucristo, porque si algo tiene de complicado el oficio papal,
es que debe actualizar el Evangelio, enfrentando los nuevos problemas que
surgen en el universo, sin abandonar la doctrina central de la Iglesia, con más
de dos mil años y desarrollada en sitios y tiempos antagónicos.
Muchos aplauden cuando grandes líderes mundiales comentan
con brillante locuacidad el tema de la sobrepoblación de la Tierra, o cuando analizan
la escasez de recursos y la longevidad del ser humano, producto de nuevos
descubrimientos médicos y hacen al respecto propuestas que de fondo implican,
diezmar a la población, hacerlas ingerir alimentos fáciles y baratos de
producir, aunque atenten contra la salud y el aniquilamiento de ancianos o de quienes
por algún hecho determinado dejan de ser productivos. La Iglesia y a través de
ella la palabra del Papa, no puede proponer o admitir siquiera métodos alejados
de la tesis central de la iglesia
católica, expuesta por Jesucristo mismo, basada en el respeto por la dignidad
del hombre.
Fratelli tutti propugna un mundo sin fronteras. Qué
vergüenza deberían sentir quienes acusan al actual Papa de comunista, una doctrina
que para hacer fuerte económicamente al Estado, concentra todo el poder
económico en él, empequeñeciendo al hombre, haciéndolo dependiente, empobreciéndolo,
al ver como SS Francisco, pidió a Gran Imán Ahmad Al Tayyeb, quien es la máxima
autoridad islámica, que firmaran a cuatro manos la encíclica Hermanos Todos,
como demostración de la necesidad de buscar la paz mundial y la coexistencia
común. También con la Laudato Si, tuvo una orientación similar al solicitar de Bartolomé I, Patriarca Ortodoxo y Ecuménico, Arzobispo
de Constantinopla y Nueva Roma el pleno respaldo para dar a entender al
universo los Acuerdos alcanzados. Esa forma de unir pacíficamente razas y
religiones es lo más alejado que se puede estar del comunismo.
En el capítulo Las
Sombras de un Mundo Cerrado, se analiza como sobre una etapa superada como
la reunificación de Europa se ciernen fantasmas nuevamente, porque instrumentos
como justicia y libertad se utilizan para justificar cualquier acción. Dentro
de ese capítulo copio a la letra el punto 15, porque aunque por supuesto, el
mensaje papal es universal, los venezolanos debemos tomarlo para nosotros,
analizarlo hasta hacerlo sentir como parte que es de nuestra historia reciente:
“La
mejor manera de dominar y de avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y
suscitar la desconfianza constante, aun disfrazada detrás de la defensa de
algunos valores. Hoy en muchos países se utiliza el mecanismo político de
exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos caminos se niega a otros el derecho
a existir y a opinar, y para ello se acude a la estrategia de ridiculizarlos,
sospechar de ellos, cercarlos”.
Ha aumentado la riqueza, dice el Papa, pero con inequidad.
Además no podemos medir el crecimiento, concepto
distinto al desarrollo humano, con
criterios de otras épocas, gozar hoy de energía eléctrica no debe considerarse
como avance social, porque en otros tiempos no era signo de pobreza ni generaba
angustias.
La igualdad de género y la existencia de la esclavitud,
que no obstante los acuerdos internacionales y las estrategias para combatirla,
aún existe. Igual que las guerras, atentados, persecuciones, torturas y actos
similares, son denunciados por el Santo Padre. En nuestro país nos toca de
cerca, visto el reciente Informe de determinación de hechos, publicado por la
Comisión Especial designada por la Secretaría de DDHH, que el gobierno no debería
ignorar ni tratar de contra restar con un documento, realizado unilateralmente
por los Poderes controlados del Estado venezolano, sino al contrario que les
sirva para tratar de enderezar entuertos.
Escriben SS Francisco y el Gran Imán Ahmad Al Tayyeb,
sobre los grandes avances tecnológicos y de las ciencias médicas, pero a la vez
sobre el hecho que la ética no va al mismo ritmo, porque el sentimiento de una
humanidad única, justa y pacífica se debilita. Bajo óptica similar se analiza
la actual pandemia del Covid 19, vista
como freno a la libertad de mercado reduciendo “los costos humanos”. Con estas bases se ataca fuertemente por los
países ricos, a la migración o la ayuda a los países pobres, para obligarlos a
tomar las medidas que la austeridad o las leyes de la economía global indican,
sin reparar en las vidas desgarradas.
Los avances de los medios de comunicación, no escapan del
análisis profundo de la pastoral. Ha dejado de existir el derecho a la
intimidad, para hacer de todo un espectáculo donde todos podemos ser vigilados,
espiados frecuentemente de manera anónima. Hemos abandonado el diálogo, la
conversación reposada, para darle sentido a la existencia. Destrozar la
autoestima de alguien es una forma de dominarlo, es así como los países
poderosos se presentan como modelos, en vez de hacer que cada pueblo desarrolle
sus propias capacidades y cultura.
La carta papal desarrolla fundamentalmente La Esperanza, porque Dios sigue
derramando sobre nosotros semillas de bien. Toma del Concilio Ecuménico
Vaticano II, que “los gozos y las
esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo,
sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas,
tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente
humano que no encuentre eco en su corazón”, planteamiento que
desarrollaremos después, porque lo primordial en la palabra de SS Francisco, no es enrostrarnos
simplemente nuestros errores y debilidades, sino las enseñanzas que podemos
obtener para mejorar como seres humanos, para nuestras familias, para el mundo
y sobre todo para nosotros mismos.
SS Francisco ha sido acusado de comunista, algunos para
tildarlo como tal, hablan de sus buenas relaciones con los gobiernos
dictatoriales de finales del siglo XX en Argentina, sin reparar en que las
mismas eran de militares de derecha, no de izquierda; que muchas actuaciones de
Jorge Mario Bergoglio, primero como párroco de San Miguel, obispo titular de
Auca y Auxiliar de Buenos Aires y después, arzobispo primado de Argentina,
debían cumplirse en función de preservar la vida y libertad de sus fieles en
peligro a merced de dictadores con botas y espada, sin ningún tipo de
escrúpulos. También es necesario entender que el actualmente Papa Francisco,
además de ser el jerarca máximo de la
Iglesia Católica, es jefe de Estado, que lo obliga a cumplir reglas básicas de
diplomacia en un mundo absolutamente dividido. Dios bendiga a Venezuela!
09/10/2020
No soy creyente, pero estoy totalmente de acuerdo.
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