Jesús
A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
Según el pensamiento aristotélico, para obtener un
resultado práctico en alguna actividad que llamaremos causa
final, se requiere del uso de técnicas y conductas como causa eficiente, unos instrumentos que
constituyen la causa material y el diseño de una estrategia conocida como causa formal. En carpintería, escribió el filósofo para explicar gráficamente su “teoría de las
cuatro causas”, para hacer una mesa decorativa (causa final), es necesaria la madera (causa material), un diseño artístico (causa
formal) y las herramientas (causa eficiente). Así elaboró en forma analítica y
esquemática el trazado de una conducta que debe seguir siempre el hombre,
aunque a veces no pueda precisar alguna de las causas, para obtener lo que quiere en definitiva.
Venezuela requiere de un cambio de políticas y, para
ello, necesariamente un cambio de dirección. Todos los gobiernos deben tener
como meta, lo que llamó Bolívar “lograr a mayor
suma de felicidad posible” para la gente (causa final). El presidente
Chávez señaló que el camino es el socialismo y ya está suficientemente
demostrado, cuán errado estaba. El socialismo no produce felicidad o bienestar
al pueblo, sino al contrario, lo sume en la más espantosa miseria.
No ha sido así únicamente en Venezuela, donde se podría
pensar en la incapacidad de los gobernantes. También está demostrada su
ineficiencia en Cuba, donde aún impera; en
Rusia y China, cuyos gobernantes debieron cambiar rutas como forma de salvar el
socialismo, lo que fue una estrategia simple para no admitir el fracaso del
modelo, aunque debieron abandonar principios fundamentales impuestos por Marx y
Engels en el Manifiesto Comunista. También con la ex Alemania Oriental se
comprobó lo perverso del comunismo. Allí se renunció definitivamente a él, materializándose con el derribamiento del
Muro de Berlín y la reunificación con el área occidental, formando ahora una
sola gran nación.
Rusia recurrió a la Perestroika (reestructuración), que
fue un proceso iniciado por Mijail Gorvachov en 1985, con cambios en la
economía, eliminación de subsidios directos, reconocimiento de la propiedad y
privatización de empresas públicas, liberación de precios e implantación del
libre mercado, dando así al traste con el socialismo formal iniciado en octubre
de 1917, con la Revolución Bolchevique. Pero indudablemente con unos
gobernantes que quieren seguir aparentando lo que ya no es, no terminan de
salir de la misma crisis social, política y económica que dio pie tanto al surgimiento
del socialismo como a su declive, con la perestroika.
La República Popular China de la mano de Diang Xiao Ping,
inició una apertura económica aún en proceso, desafiando la política del
liberalismo tradicional representada por Estados Unidos y siguiendo el modelo
económico de Hong Kong. Con Rusia y la República Popular China, a estas
alturas, no está clara cuál es la causa final, aunque sí indudablemente el
abandono del sistema socialista tradicional (causa formal). Los procesos
históricos, económicos y políticos no son fáciles de cambiar tan rápidamente.
En Venezuela estamos claros en lo que debe ser la causa final, como se dijo lograr la felicidad del pueblo, también en la causa eficiente que no es otra que
volver al sistema democrático, transitado por nuestros gobiernos de segunda
mitad del siglo XX, abandonando el plan bautizado por Hugo Chávez como socialismo del siglo XXI. Pero no
tenemos claro cuáles son las causas materiales y formales, es decir, los instrumentos a utilizar y la
estrategia a cumplir.
En las elecciones del 6D fue muy evidente la abstención,
producto de la suma de la tradicional para este tipo de eventos y
fundamentalmente, por el llamado de la dirigencia que tiene a su cargo la
conducción de la oposición. Con una participación tan baja, conformada por
quienes creemos en la necesidad de cumplir con obligaciones y ejecutar derechos
legales, pero con el grueso de esos pocos votantes, conducidos y obligados por
el gobierno, como se comprueba con múltiples videos y audios, a los cuales le
doy valor probatorio, salvo prueba en contrario, obviamente que el producto final tiene que ser
el publicado por las autoridades electorales.
Por cierto, esos mismos elementos me obligan a pensar que
no es fácil ejecutar la trampa electoral. Los delincuentes comunes, en
principio, tienden y necesitan actuar solos, los cómplices y coautores aparecen
en escena cuando se dificulta o imposibilita la ejecución en solitario de la
acción ilegal.
Pues bien, el llamado de gobernadores y alcaldes
significa que requerían de votantes afines, de manera que habiendo tenido muchos
votantes opositores y de haber fortalecido los testigos de mesa a favor de los partidos
de oposición, aunque fueran muy pocos, quizás no hubiese obtenido el chavismo –
madurismo la mayoría absoluta en la
Cámara, que le permitirá actuar como la mismísima Asamblea Nacional
Constituyente.
Otro sector oposicionista cree que la estrategia y
herramientas, deben ser el uso de la fuerza. No comulgo con eso porque resulta
siempre una caja de Pandora, donde una vez abierta salen males incontrolables. La película Mosul,
otrora tercera ciudad de Irak, que actualmente transmite Netflix, nos da una
idea de lo que significa una guerra como solución de conflictos.
Representando el mayor núcleo opositor, los dirigentes del G4 recurren a una encuesta,
para determinar fundamentalmente que se quiere el cese de la usurpación de la
Presidencia de Nicolás Maduro y la convocatoria a la realización de elecciones
presidenciales y parlamentarias libre,
justas y verificables; la solicitud a la comunidad internacional sobre su
desconocimiento y finalmente, adelantar
las acciones necesarias ante el mundo para activar la cooperación,
acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia.
Después de la ausencia masiva en los centros electorales,
es claro que el pueblo llano quedó sin novia. Desde hace mucho tiempo el
gobierno sabe que no cuenta con bases populares, porque eso lo percibe con sus
encuestas de sala situacional, pero ahora tiene la novedad que no le obedece.
Eso obliga a la oposición a jugar con inteligencia a la política, deben empezar
por participar cada vez que se pueda dentro del texto constitucional; debe
elaborar y presentar un programa de recuperación económica y social sostenible,
explicarlo ante grupos sociales reducidos, familiares, gremiales, comunales etc
y, fundamentalmente buscar dirigentes que
se identifiquen con esas organizaciones.
Creo que lo más prudente es esperar los resultados del
12D, no de la encuesta porque son
previsibles, sino del efecto práctico que producirá el pronunciamiento de un
pueblo esperanzado, que sufre y aguarda. Dios bendiga a Venezuela!
08/12/2020.
Excelente
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