Jesús A.
Jiménez Peraza
@jesusajimenezp
Dos extraordinarios estadistas tuvo el siglo
XX, no hay un primero y un segundo porque afortunadamente descollaron en
tiempos diferentes. Durante la primera mitad uno y en la segunda parte de la
centuria el otro. No son los únicos pero si los mejores. Los rasgos
característicos de la personalidad de cada quien son disímiles, pero ambos hombres
de acción constante y de fe, que produjeron un legado invaluable para el mundo.
Sir Winston Churchill dejo su huella y múltiples
recomendaciones en discursos, anécdotas y frases sueltas que son un compendio
de filosofía y política. Juan Pablo II, pregonó su filosofía y política en
encíclicas, oraciones y cartas apostólicas.
Veamos algunos mensajes de sir Winston
Churchill, identificados mediante el uso de negrillas, comillas y cursivas aplicables
hoy a Venezuela: “Se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno, exceptuando
todas esas otras que se han intentado de vez en cuando”. Pero vale analizar este enunciado
porque la democracia no es un valor estándar. En Inglaterra gobierna una
monarquía constitucional (jefe Estado), que es vitalicia y sucesoral y un
sistema parlamentario integrado por dos Cámaras, los Lores y los Comunes, de
las cuales la que tenga mayoría escoge y postula ante el monarca al Primer
Ministro (jefe de Gobierno). El sistema es diferente al nuestro, donde el Presidente
de la República es designado directamente por el pueblo y funge como jefe de
Estado y de Gobierno.
Ambos son democracias, aunque en Inglaterra
los más altos dignatarios no se designan directamente por el pueblo. Lo medular
es realmente que los Poderes Públicos cumplan sus funciones propias dentro del
marco legal. El pueblo no tiene siempre la razón, de allí que “el
mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos
con el votante promedio”.
No obstante, quien ejerza el Poder Público es
responsable ante él de su propia decisión. Un ejemplo, el Brexit ha ocasionado
varios cambios de primer Ministro en Inglaterra, por renuncia, porque sus
titulares no han sido capaces de conciliar su línea de conducta con el resultado
del referéndum propuesto y ejecutado sobre el tema. Eso es democracia. David
Cameron, laureado en Oxford, renunció a su cargo haciéndola efectiva desde el
13 de julio del 2016 y poco después al Parlamento, porque el pueblo británico
votó a favor de la salida del Reino Unido del Bloque Europeo, contrariando su
expresa propuesta. Le sucedió Theresa
May quien llegó a un acuerdo con la Unión Europea para la salida de los
británicos, pero su fórmula fue tres veces
rechazada por la Cámara de los
Comunes, lo que ocasionó la dimisión de su alto cargo desde el 07 de junio de
2019. Eso es respeto institucional.
En Venezuela el 02 de diciembre 2007 se hizo
un referendo con sendas propuestas del presidente Chávez (Bloque A) y de la Asamblea Nacional (Bloque B), el
primero aspirando imponer la reelección sin límites en algunos cargos de
elección popular, entre ellos el suyo. Una de las propuestas de la Asamblea fue la aprobación del Estado Comunal. Ambos
planteamientos fueron denegados vía referendaria. Sin concluir el período
(2009) el Parlamento contrariando
disposición expresa de la CN1999, tomó la iniciativa para una nueva consulta al
pueblo, ahora mediante enmienda, con el
mismo fin de la reelección y luego (2010), aprobó un conjunto de leyes
relacionadas con el tema Comunal desaprobado.
Como esas normas, por diferentes motivos, no pudieron
ser aplicadas en forma efectiva son en la actualidad, sin modificación
constitucional, tramitadas de nuevo con
nombres diferentes, las leyes del Parlamento Nacional Comunal y la de Ciudades
Comunales, con similar contenido. Eso es fraude a la ley suprema y a la
voluntad popular.
El irrespeto institucional y la posibilidad
que la más alta dirigencia del Estado pueda cometer fraude impunemente, nos
lleva no pocas veces a perder la fe en el tinglado jurídico, nos aleja de los
procedimientos establecidos por el sistema para los cambios de gobierno
transitando el camino de la paz. Pero es que el amplio y dividido sector
oposicionista también ha cometido innumerables errores, fundamentalmente generado en el egoísmo y necesidad de protagonizar. Ellos
deben seguir el consejo sir
Churchill y asimilar que “el coraje
que necesitan para pararse y
hablar, también es el que necesitan para
sentarse y escuchar”.
Al parecer se abre en Venezuela una nueva
posibilidad de diálogo, quiera Dios se consiga el camino. Es necesario olvidar,
mutuamente, muchos episodios que deben permanecer en el pasado, aunque algunas
heridas permanezcan siempre abiertas, pero “si iniciamos una disputa entre el pasado y
el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro”.
Seguramente muchos aducirán que no hay otro camino
que la fuerza, porque años hace que perdimos el estado de Derecho. Oigamos el
sabio consejo de míster Churchill: “nunca, nunca, nunca creas que cualquier
guerra será fácil y sin problemas, o que cualquiera que se embarque en un viaje
extraño puede controlar las mareas y los huracanes que encontrará. El estadista
que cede a la fiebre de guerra debe darse cuenta de que una vez que se da la
señal, ya no es el amo de la política, sino el esclavo de sucesos imprevisibles
e incontrolables”. Dios bendiga a Venezuela!.
13/05/2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario