jueves, 13 de mayo de 2021

Se abre nueva rendija: oigamos a sir Winston Churchill.


Jesús A. Jiménez Peraza

@jesusajimenezp

Dos extraordinarios estadistas tuvo el siglo XX, no hay un primero y un segundo porque afortunadamente descollaron en tiempos diferentes. Durante la primera mitad uno y en la segunda parte de la centuria el otro. No son los únicos pero si los mejores. Los rasgos característicos de la personalidad de cada quien son disímiles, pero ambos hombres de acción constante y de fe, que produjeron un  legado invaluable para el mundo.

Sir Winston Churchill dejo su huella y múltiples recomendaciones en discursos, anécdotas y frases sueltas que son un compendio de filosofía y política. Juan Pablo II, pregonó su filosofía y política en encíclicas, oraciones y cartas apostólicas.

Veamos algunos mensajes de sir Winston Churchill, identificados mediante el uso de negrillas, comillas y cursivas aplicables hoy a Venezuela: “Se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno, exceptuando todas esas otras que se han intentado de vez en cuando”. Pero vale analizar este enunciado porque la democracia no es un valor estándar. En Inglaterra gobierna una monarquía constitucional (jefe Estado), que es vitalicia y sucesoral y un sistema parlamentario integrado por dos Cámaras, los Lores y los Comunes, de las cuales la que tenga mayoría escoge y postula ante el monarca al Primer Ministro (jefe de Gobierno). El sistema  es diferente al nuestro, donde el Presidente de la República es designado directamente por el pueblo y funge como jefe de Estado y de Gobierno.

Ambos son democracias, aunque en Inglaterra los más altos dignatarios no se designan directamente por el pueblo. Lo medular es realmente que los Poderes Públicos cumplan sus funciones propias dentro del marco legal. El pueblo no tiene siempre la razón, de allí que “el mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante promedio”.

No obstante, quien ejerza el Poder Público es responsable ante él de su propia decisión. Un ejemplo, el Brexit ha ocasionado varios cambios de primer Ministro en Inglaterra, por renuncia, porque sus titulares no han sido capaces de conciliar su línea de conducta con el resultado del referéndum propuesto y ejecutado sobre el tema. Eso es democracia. David Cameron, laureado en Oxford, renunció a su cargo haciéndola efectiva desde el 13 de julio del 2016 y poco después al Parlamento, porque el pueblo británico votó a favor de la salida del Reino Unido del Bloque Europeo, contrariando su expresa propuesta.  Le sucedió Theresa May quien llegó a un acuerdo con la Unión Europea para la salida de los británicos, pero su fórmula fue tres veces  rechazada  por la Cámara de los Comunes, lo que ocasionó la dimisión de su alto cargo desde el 07 de junio de 2019. Eso es respeto institucional.

En Venezuela el 02 de diciembre 2007 se hizo un referendo con sendas propuestas del presidente Chávez (Bloque A) y de la Asamblea Nacional (Bloque B), el primero aspirando imponer la reelección sin límites en algunos cargos de elección popular, entre ellos el suyo. Una de las propuestas de la Asamblea  fue la aprobación del Estado Comunal. Ambos planteamientos fueron denegados vía referendaria. Sin concluir el período (2009)  el Parlamento contrariando disposición expresa de la CN1999, tomó la iniciativa para una nueva consulta al pueblo, ahora  mediante enmienda, con el mismo fin de la reelección y luego (2010), aprobó un conjunto de leyes relacionadas con el tema Comunal desaprobado.

Como esas normas, por diferentes motivos, no pudieron ser aplicadas en forma efectiva son en la actualidad, sin modificación constitucional, tramitadas de nuevo  con nombres diferentes, las leyes del Parlamento Nacional Comunal y la de Ciudades Comunales, con similar contenido. Eso es fraude a la ley suprema y a la voluntad popular.

El irrespeto institucional y la posibilidad que la más alta dirigencia del Estado pueda cometer fraude impunemente, nos lleva no pocas veces a perder la fe en el tinglado jurídico, nos aleja de los procedimientos establecidos por el sistema para los cambios de gobierno transitando el camino de la paz. Pero es que el amplio y dividido sector oposicionista también ha cometido innumerables errores, fundamentalmente generado en el egoísmo y necesidad de protagonizar. Ellos deben seguir el consejo sir Churchill y asimilar que “el coraje  que  necesitan para pararse y hablar, también es el que  necesitan para sentarse y escuchar”.

Al parecer se abre en Venezuela una nueva posibilidad de diálogo, quiera Dios se consiga el camino. Es necesario olvidar, mutuamente, muchos episodios que deben permanecer en el pasado, aunque algunas heridas permanezcan siempre abiertas, pero “si iniciamos una disputa entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro”.

Seguramente muchos aducirán que no hay otro camino que la fuerza, porque años hace que perdimos el estado de Derecho. Oigamos el sabio consejo de míster Churchill: “nunca, nunca, nunca creas que cualquier guerra será fácil y sin problemas, o que cualquiera que se embarque en un viaje extraño puede controlar las mareas y los huracanes que encontrará. El estadista que cede a la fiebre de guerra debe darse cuenta de que una vez que se da la señal, ya no es el amo de la política, sino el esclavo de sucesos imprevisibles e incontrolables”. Dios bendiga a Venezuela!.

jesusjimenezperaza@gmail.com

13/05/2021.

 

 

 

 

 

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