Jesús A. Jiménez
Peraza.
@jesusajimenezp
Salomón es un personaje histórico muy
contradictorio. Hijo de David y tercer rey de Israel, pidió sabiduría a Dios
para gobernar a su pueblo lo que le fue concedido y además, como premio por el desprendimiento
demostrado al hacer un petitorio único, el Supremo Creador le otorgó otros
dones como magnanimidad e ingentes riquezas materiales. En la versión griega del
Antiguo Testamento, se titula con su nombre al último Libro de la Biblia, sin
embargo, según San Agustín y San
Jerónimo esa interpretación es un error.
Salomón fue simplemente un hombre sabio por
voluntad divina; rey, por designio de su padre y pecador por su propia voluntad.
Por amar a cientos de mujeres paganas, que lo llevaron a creer en falsos
dioses, la Providencia dividió su reino sirviendo como moraleja que ningún poder humano es eterno, ilimitado y
siempre conlleva un castigo por su ejercicio indebido.
En el Libro Reyes (III.16-28), se narra la famosa decisión cuando dos mujeres
se presentan a su tribunal, atribuyéndose la maternidad de un niño. Habían
parido ambas en el mismo aposento, una había causado involuntariamente la
muerte a su hijo pero tomó el vivo para sí, a pesar que la verdadera madre se
dio cuenta del cambio cuando trató de amamantarlo. Después de oír los alegatos, Salomón ordenó traer una filosa
espada para dar la mitad del infante a cada una de las reclamantes. La
verdadera madre clamó inmediatamente que fuera entregado vivo a su
contrincante, mientras la segunda estuvo conforme con la sentencia, lo que
indujo a Salomón entregar el niño a la primera.
Pero es el Libro de la Sabiduría, el que debe
ser leído y aprehendido por los gobernantes de la tierra y por quienes aspiran
gobernarla. Allí Salomón les recuerda que son mortales al igual que todos; semillas de varón y cuajados en sangre, con
la misma entrada y salida de la vida; que deben rogar a Dios por
prudencia debiéndola anteponer al cetro, al trono y el oro; también por justicia, que es fuerza de norma.
Amad
la justicia, quienes juzgan y gobiernan la tierra. Vale más la sabiduría que la
fuerza, y la prudencia que el valor!. Los encargados de gobernar a
otros serán juzgados con rigor extremo y al no hacerlo debidamente sufrirán
grandes tormentos. Con los pequeños habrá compasión. La sabiduría es luminosa e
inmarcesible para quien la busca.
La mención a este pasaje bíblico la hago
porque, aceptando como cierta la afirmación del gobierno nacional, según la
cual todos los males que padecemos los
venezolanos en la actualidad, son generados por las sanciones impuestas por
Estados Unidos y sus aliados, lo que obviamente no es cierto ya que las causas son sistémicas, surgidas por
aplicación de la doctrina socialista o comunista, es indudable que un
gobernante normalmente prudente y diligente, sabio y justo, abdicaría su poder
para que el pueblo pudiera tener acceso a los más elementales servicios.
Una comparación rápida entre la Venezuela
antes del socialismo y la posterior a ese nefasto sistema, nos obliga a afirmar
que son las políticas públicas internas, la mala gerencia del estado, la
verdadera causa de los males. Siendo el petróleo nuestro principal producto
generador de divisas, ha tenido un tratamiento errático desde los inicios del
primer gobierno de Hugo Chávez. En la década de los años 90, “PDVSA
se internacionalizó, compró diferentes refinerías y terminales en EE. UU,
Alemania y en las islas del Caribe, su producción creció logrando un récord de 3,3 millones de barriles diarios
en 1998. Este crecimiento dio inicio a nuevas fuentes de trabajo y
perfeccionamiento a profesionales petroleros venezolanos”.
Para el 2011 producía 2.38 millones de barriles diarios y para marzo de 2019
solamente 870 mil barriles diarios[i]
La producción agroalimentaria responde
al mismo esquema. El favorecimiento de
la adjudicación de divisas para importar alimentos, en competencia desleal con
el productor nacional; la indebida asistencia técnica y crediticia a los
productores primarios y la política de intervención de fincas, produjo una
caída sostenida en la producción de alimentos, durante los dos gobiernos del
siglo XXI. En diez estados del país la agricultura y la cría es la actividad
económica única y en diecinueve es la principal.
El Producto
Interno Bruto Agrícola, bajó entre el 2008 y el 2014, conforme
publicaciones del Banco Central de Venezuela, en el 3,27% y el Valor de
Producción Agrícola de acuerdo al Ministerio de Agricultura y Tierras, tuvo una
caída entre el 2008 y el 2015 del 9,69%. Realmente ninguno de los datos así
referidos son confiables, porque las estadísticas que se hacen en Venezuela no
se corresponden con las directrices y técnicas universalmente aceptadas, o
simplemente no se publican. Entidades privadas del sector como las Federaciones
de Agricultores y Ganaderos (FEDEAGRO y FEDENAGA), registran un decrecimiento
significativamente mayor durante los años 2016, 2017 y 2018, donde sólo el
arroz supera un abastecimiento interno superior al 30%[ii].
Pero, repito, aún si aceptamos que la
disminución abrupta de nuestra producción petrolera y agropecuaria, se debe a
factores externos, no tiene discusión que de ella proviene el hambre, la
carencia de servicios públicos y la baja calidad de los mismos, resaltando
salud y educación; la migración masiva de venezolanos hacia países de los cinco
continentes; el deterioro de la infraestructura vial y urbana; la inflación
reflejada en ocho ceros acumulados en nuestro signo monetario, amenazado con
seis adicionales. De manera que aplicando la sabiduría salomónica, un buen
gobernante debería renunciar o someterse a cualquier consulta popular sobre su
permanencia en el poder, de manera que cese lo que califica como “ilegales y arbitrarias medidas del
imperialismo yankee”, porque así pudieran terminar de manera democrática,
la causa de nuestros males.
Pero el mismo principio es aplicable a todos los factores de la oposición. Si la unión es necesaria o mejor, fundamental, para enfrentar con posibilidades de éxito al actual gobierno, buscar excusas aun cuando se tenga un planteamiento razonable para no lograrla, implica también contrariar los postulados del Libro de la Sabiduría. El pueblo llano, al ver el formato unitario que sea presentado, con toda seguridad que entenderá el mandato y concurrirá a votar. Dios bendiga a Venezuela!.
jesusjimenezperaza@gmail.com
05/07/2021.
[i] https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_petróleo_en_Venezuela.
[ii] Red Agroalimentaria de Venezuela “La situación agrícola de Venezuela, una
aproximación al problema y líneas de acción para resolverlo en el corto
plazo”. Ing. Agr. Germán X. Briceño R.
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