lunes, 5 de julio de 2021

El rey Salomón, como referencia a la gobernabilidad.


Jesús A. Jiménez Peraza.

@jesusajimenezp 

Salomón es un personaje histórico muy contradictorio. Hijo de David y tercer rey de Israel, pidió sabiduría a Dios para gobernar a su pueblo lo que le fue concedido y  además, como premio por el desprendimiento demostrado al hacer un petitorio único, el Supremo Creador le otorgó otros dones como magnanimidad e ingentes  riquezas materiales. En la versión griega del Antiguo Testamento, se titula con su nombre al último Libro de la Biblia, sin embargo, según  San Agustín y San Jerónimo esa interpretación es un error.

Salomón fue simplemente un hombre sabio por voluntad divina; rey, por designio de su padre y pecador por su propia voluntad. Por amar a cientos de mujeres paganas, que lo llevaron a creer en falsos dioses, la Providencia dividió su reino sirviendo como moraleja que  ningún poder humano es eterno, ilimitado y siempre conlleva un castigo por su  ejercicio indebido.

En el Libro Reyes (III.16-28),  se narra la famosa decisión cuando dos mujeres se presentan a su tribunal, atribuyéndose la maternidad de un niño. Habían parido ambas en el mismo aposento, una había causado involuntariamente la muerte a su hijo pero tomó el vivo para sí, a pesar que la verdadera madre se dio cuenta del cambio cuando trató de amamantarlo. Después de oír  los alegatos, Salomón ordenó traer una filosa espada para dar la mitad del infante a cada una de las reclamantes. La verdadera madre clamó inmediatamente que fuera entregado vivo a su contrincante, mientras la segunda estuvo conforme con la sentencia, lo que indujo a Salomón entregar el niño a la primera.

Pero es el Libro de la Sabiduría, el que debe ser leído y aprehendido por los gobernantes de la tierra y por quienes aspiran gobernarla. Allí Salomón les recuerda que son mortales al igual que todos; semillas de varón y cuajados en sangre, con la misma entrada y salida de la vida; que deben rogar a  Dios por prudencia  debiéndola anteponer  al cetro, al trono y el oro; también por justicia, que es fuerza de norma.

Amad la justicia, quienes juzgan y gobiernan la tierra. Vale más la sabiduría que la fuerza, y la prudencia que el valor!. Los encargados de gobernar a otros serán juzgados con rigor extremo y al no hacerlo debidamente sufrirán grandes tormentos. Con los pequeños habrá compasión. La sabiduría es luminosa e inmarcesible para quien la busca.

La mención a este pasaje bíblico la hago porque, aceptando como cierta la afirmación del gobierno nacional, según la cual  todos los males que padecemos los venezolanos en la actualidad, son generados por las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados, lo que obviamente no es cierto ya que  las causas son sistémicas, surgidas por aplicación de la doctrina socialista o comunista, es indudable que un gobernante normalmente prudente y diligente, sabio y justo, abdicaría su poder para que el pueblo pudiera tener acceso a los más elementales servicios.

Una comparación rápida entre la Venezuela antes del socialismo y la posterior a ese nefasto sistema, nos obliga a afirmar que son las políticas públicas internas, la mala gerencia del estado, la verdadera causa de los males. Siendo el petróleo nuestro principal producto generador de divisas, ha tenido un tratamiento errático desde los inicios del primer gobierno de Hugo Chávez. En la década de los años 90, PDVSA se internacionalizó, compró diferentes refinerías y terminales en EE. UU, Alemania y en las islas del Caribe, su producción creció logrando un récord de 3,3 millones de barriles diarios en 1998. Este crecimiento dio inicio a nuevas fuentes de trabajo y perfeccionamiento a profesionales petroleros venezolanos”. Para el 2011 producía 2.38 millones de barriles diarios​ y para marzo de 2019 solamente 870 mil barriles diarios[i]

La producción agroalimentaria responde al  mismo esquema. El favorecimiento de la adjudicación de divisas para importar alimentos, en competencia desleal con el productor nacional; la indebida asistencia técnica y crediticia a los productores primarios y la política de intervención de fincas, produjo una caída sostenida en la producción de alimentos, durante los dos gobiernos del siglo XXI. En diez estados del país la agricultura y la cría es la actividad económica única y en diecinueve es la principal.

El Producto  Interno Bruto Agrícola, bajó entre el 2008 y el 2014, conforme publicaciones del Banco Central de Venezuela, en el 3,27% y el Valor de Producción Agrícola de acuerdo al Ministerio de Agricultura y Tierras, tuvo una caída entre el 2008 y el 2015 del 9,69%. Realmente ninguno de los datos así referidos son confiables, porque las estadísticas que se hacen en Venezuela no se corresponden con las directrices y técnicas universalmente aceptadas, o simplemente no se publican. Entidades privadas del sector como las Federaciones de Agricultores y Ganaderos (FEDEAGRO y FEDENAGA), registran un decrecimiento significativamente mayor durante los años 2016, 2017 y 2018, donde sólo el arroz supera un abastecimiento interno superior al 30%[ii].

Pero, repito, aún si aceptamos que la disminución abrupta de nuestra producción petrolera y agropecuaria, se debe a factores externos, no tiene discusión que de ella proviene el hambre, la carencia de servicios públicos y la baja calidad de los mismos, resaltando salud y educación; la migración masiva de venezolanos hacia países de los cinco continentes; el deterioro de la infraestructura vial y urbana; la inflación reflejada en ocho ceros acumulados en nuestro signo monetario, amenazado con seis adicionales. De manera que aplicando la sabiduría salomónica, un buen gobernante debería renunciar o someterse a cualquier consulta popular sobre su permanencia en el poder, de manera que cese lo que califica como “ilegales y arbitrarias medidas del imperialismo yankee”, porque así pudieran terminar de manera democrática, la causa de nuestros males.   

Pero el mismo principio es aplicable a todos los factores de la oposición. Si la unión es necesaria o mejor, fundamental, para enfrentar con posibilidades de éxito al  actual gobierno, buscar excusas aun cuando se tenga un planteamiento razonable para no lograrla, implica también contrariar los postulados del Libro de la Sabiduría. El pueblo llano, al ver el formato unitario que sea presentado, con toda seguridad que entenderá el mandato y concurrirá a votar. Dios bendiga a Venezuela!.

jesusjimenezperaza@gmail.com

05/07/2021.


[i] https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_petróleo_en_Venezuela.

[ii] Red Agroalimentaria de Venezuela “La situación agrícola de Venezuela, una aproximación al problema y líneas de acción para resolverlo en el corto plazo”.  Ing. Agr. Germán X. Briceño R.


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