miércoles, 28 de julio de 2021

Requerimos líderes!.


Jesús A. Jiménez Peraza.

@jesusajimenezp 

La violación reiterada de la ley suprema por parte del gobierno nacional y muchos de quienes dicen representar la oposición, estos últimos por cierto, divididos en pequeños grupos de oficiales sin tropa y sin ideas, como se observa fácilmente de sus escuálidas convocatorias y en la ausencia, contradicciones  o la torpeza de sus  propuestas,  nos obliga a la inmensa mayoría del pueblo venezolano a respetarla y hacerla cumplir, por mandato propio en su artículo 333 CN1999, que a la letra dice: “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella”. Como acto de fuerza debe entenderse la ejecución de todo mecanismo no expresamente previsto en su articulado u obtenido mediante formalidades alteradas.

La Constitución Nacional y las leyes de la materia prevén  la renovación  de autoridades regionales y locales, por tanto debemos concurrir y expresarnos. Si el gobierno nacional les coloca al lado unos protectores, de manera arbitraria y violando nuestros derechos de elegir, pues que lo hagan. Por cierto, a ningún efecto debemos considerar el anuncio de no designarlos más a partir de noviembre, porque siendo figuras no previstas constitucionalmente, lo que en Derecho Público impide la posibilidad de hacerlo, el nombramiento es un acto írrito y la oferta de omitirlo es   ociosa, nimia e inútil.

Si los diferentes grupos y partidos políticos no son capaces de escoger los mejores candidatos únicos para enfrentar al oficialismo, mediante alguna fórmula universal y pacíficamente aceptada,  por inconfesables razones económicas o políticas cuestionables que lo hagan, así tendremos oportunidad, durante la campaña, de observar las cualidades de las múltiples propuestas para los requerimientos inmediatos y futuros.

Si concurrimos a votar aun masivamente puede que no podamos elegir gobernadores, alcaldes y concejales, debido a la cantidad de propuestas por lo que dichos cargos quedarán en manos del gobierno, a pesar de su escuálido respaldo popular, pero si sabremos  quienes tendrán el inmenso compromiso de ser nuestros dirigentes en diferentes actuaciones en el futuro próximo, desde enfrentar el desatino del gobierno de pretender crear un Estado Comunal en Venezuela, sin recurrir a una reforma constitucional que es requisito sine qua non; abanderar la solicitud del revocatorio presidencial  y en definitiva, organizarnos para enfrentar toda acción pacífica y legal que se pudiera ejercer porque Venezuela y sus problemas no terminan el 21 de noviembre.

Un dirigente confiable  es fundamental en estas circunstancias que estamos viviendo, de manera que nuestro primer paso debe ser designarlo. El gobierno no lo tiene, por eso recurre a la fuerza. Tampoco la oposición lo tiene, lo que nos obliga a buscarlo y qué mejor encuesta para ello que unas elecciones universales y secretas.

Josué, sucesor de Moisés, fue escogido por Dios mismo como líder de los israelitas para conquistar Canaán y distribuir las tierras entre las doce Tribus. Después de la segunda guerra mundial, sir Winston Churchill como héroe y estratega de ella era candidato seguro para seguir siendo Primer Ministro, pero se impuso la necesidad de reconstruir a Inglaterra y Europa, como tarea mayor antes que realizar ofertas populistas y perdió la consulta electoral en 1946. Después de cuatro años se enmendó el error colectivo y fue designado para el período 1951 a 1955.

Konrad Adenauer fue elegido, a los 73 años de edad, como Canciller Federal de una Alemania derrotada, totalmente destruida y finalmente dividida después de la  guerra concluida en 1945, logrando insertar a Alemania Occidental en muy poco tiempo, dentro de la Unión Europea que contribuyó a formar, implantando la democracia y logrando el resurgir de las fuerzas económicas y con ella la prosperidad de la nación.

Mohandas Ghandi lideró el movimiento independentista contra los británicos, imponiendo la no violencia, el pacifismo y la desobediencia civil, pero cumpliendo  la ley con la disposición de aceptar sus consecuencias.

Nelson Mandela, líder sur africano,  fue inicialmente un propiciador de la violencia, organizando movimientos clandestinos y sabotajes. Persuadido que ese no era el camino para lograr los objetivos, desde la cárcel coordinó la resistencia y oposición, conciliando con su archienemigo, el presidente Frederick de Klerk para lograr la paz racial y con así la del Estado, el cual llegó a gobernar, para convertirse en la leyenda que es hoy. 

En Venezuela nos hemos sometido durante todos estos años a unos guías sin preparación para la conducción del Estado. Los dos Presidentes socialistas que hemos tenido en el siglo XXI lograron atomizar nuestros recursos, la inoperancia institucional  y desandar en el desarrollo desarticulando la capacidad operativa de la industria privada, incluso de la pública como son los casos de PDVSA y Sidor.

Pero el tema es que allí permanecen porque nuestro liderazgo opositor no genera confianza. He recurrido al ejemplo de grandes estadistas en el mundo que han conducido a sus pueblos, en medio de crisis políticas, económicas, sociales, humanas, mucho más severa que la nuestra y gracias a su capacidad y planteamientos  han logrado el respaldo para superarlas o al menos morigerarlas.

Quienes unilateralmente han asumido los cargos de conducción popular opositora en Venezuela, han demostrado una absoluta falta de preparación e, incluso, de humildad para aceptar a otro que tenga mejores cualidades y coherencia. Está muy bien que rectifiquen rumbos y quienes convocaron ayer a la abstención en iguales circunstancias llamen hoy a sufragar. Mandela pasó de la vía violenta al pacifismo, pero explicó las razones y predicó con el ejemplo. Él fue convincente en  como las circunstancias y la situación del momento, determinaron el cambio de conducta y de acción, la gente lo entendió y siguió. Pero las conductas ambiguas en la jefatura sólo ocasionan escepticismo, dudas y apatía. Por estas razones creo que debemos   iniciarnos designando nuestros guías. En las elecciones de noviembre tendremos una gran oportunidad de hacerlo.

Eduardo Fernández, quien el 5 de julio de 1987 advirtió sobre entuertos corregibles de la República Civil (1958 – 1998), cuando nada presagiaba el desplome institucional; más tarde denunció el golpe contra el Estado por Hugo Chávez, a sabiendas que el alzamiento militar gozaba de amplia simpatía popular y ha sido persistente en oposición al régimen socialista, pero llamando a enfrentarlo por vía pacífica y electoral, a pesar que vasto sector pregonaba el abstencionismo, anda con Unión y Progreso buscando la creación y consolidación de ese liderazgo renovado y coherente que tanta falta hace. Quiero expresarle mi pleno respaldo por su lucha, sin populismo, con inteligencia y pensando en el país.  Dios bendiga a Venezuela!

jesusjimenezperaza@gmail.com

28/07/2021.

 

1 comentario:

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