lunes, 27 de noviembre de 2023

Un Presidente WAR.


Jesús A. Jiménez Peraza.

jesusjimenezperaza@gmail.com

 

El béisbol era invariablemente el tema más importante en nuestras habituales tertulias infantiles, cuando no existían celulares, portales de internet ni whasaap.  No teníamos interés en los limitados medios de comunicación existentes, ni tan siquiera en la radio por sus chocantes interferencias, además llenos de energías no resultaba atractivo sentarnos pacientemente a oír cualquier cosa que transmitieran. Nuestro único medio de información era el grupo de amigos, todos con nulo o  reducido conocimiento sobre lo que pasaba más allá de los límites del pueblo.

Trascendente y frecuente debate consistía en determinar si era mejor pelotero quien bateaba más o quien se destacaba por su defensiva. Obviamente, cada uno nos creíamos portadores de la verdad absoluta y para ello presentábamos argumentos y ejemplos que considerábamos irrebatibles, como el bate poderoso de Luis “Camaleón” García o el guante mágico de Gustavo Gil.

Todo esto lo recordé con agradado  recientemente cuando me topé con un artículo en relación a  una estadística novedosa para mí. Hoy ninguna de las dos aptitudes evalúa la utilidad de un jugador  sino el WAR, siglas en inglés de Wins Above Replacement, o sea la utilidad de un jugador para su equipo, en comparación a otro que pudiera reemplazarlo en el mercado.  Se calcula con una compleja ecuación matemática y múltiples variantes que producen un resultado detallado y completo, al incluir los datos ofensivos, defensivos y como lanzador. Se materializa  con un   coeficiente determinado en puntos según la posición y la liga. Es tan importante que cada punto WAR representa aproximadamente tres millones de dólares, en el siguiente contrato.

Hoy, más interesado en el acontecer político que en el béisbol, pienso que deberíamos designar al Presidente de la República mediante ese mismo método, con los ajustes que fueren menester. El Presidente no es solo el jefe del Estado y de gobierno; comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional; administrador de la Hacienda Pública;   coordinador de las relaciones internacionales y de un equipo multidisciplinario que debe manejar todos los aspectos en la vida de la república, economía, producción, productividad, infraestructura, educación, salud pública, medio ambiente etc, entonces no podemos pensar en conseguir alguien que maneje todas las aristas de un país, o que se destaque específicamente en alguna  por considerar es buen orador o líder de un partido multitudinario.

En el mundo entero se está designando al presidente o según el sistema, al jefe de gobierno, sin criterios claros,  a veces porque al electorado les decepcionó el anterior o por ser liberal o marxista. También es común que la inmensa responsabilidad ciudadana que implica su nombramiento quede en manos de muy pocos porque la mayoría, por cualquier excusa no se preocupa de ir a votar y si lo hace no ha determinado conscientemente su voto.

Parece mentira, pero con un mundo que se está destruyendo por guerras y desastres ambientales, producto de la acción del hombre mismo que no cuida su casa,  como acertadamente pregonara SS Francisco en la encíclica Laudato Si y más recientemente,  en la carta Laudate Deum, no nos ocupamos con prioridad de cómo escoger a los más altos dignatarios en los diferentes países, siguiendo pautas apropiadas.

La más   grande  potencia bélica y económica mundial, próxima a nominar en una primera etapa al nuevo presidente, se debate entre la reelección de alguno de los dos últimos, que por lo que transmiten no pareciera tener los puntos WAR necesarios. De repente quien pueda tenerlos por alguna razón no aspira al cargo y el ciudadano  común, no se da cuenta que es su obligación buscar al mejor reemplazo, aunque no haya manifestado por sí mismo esa voluntad.

En Centro y Sur América entristece  ver como los presidentes se vituperan recíprocamente. El cruce de adjetivos entre Colombia y el Salvador, hablo de países porque a ellos representan sus dirigentes máximos, es de un nivel muy bajo. México rememora al charro pendenciero contra todo quien ose tener unas ideas diferentes a las propias. Nicaragua, Venezuela y Cuba parecieran vivir en un círculo aislado, ya que enfrentan, incluso, a sus propios congéneres socialistas,  cuando les recuerdan el incumplimiento   de un patrimonio universal y obligatorio llamado DDHH.

El presidente electo de Argentina, que ganó gracias a la insaciable corrupción de sus antecesores quienes contribuyeron a crear una depauperada nación austral, boyante y ejemplo de prosperidad décadas atrás, empieza con un verbo encendido y grosero, veremos si logra controlarlo, pero sin asumir el cargo se enfrenta a Brasil, que debería ser importante para él no solo por el volumen de comercio mutuo sino por colindante. El presidente  Lula Da Silva, por su parte,  representa una organización maligna y divisionista, el Foro de Sao Paulo.

Qué hacer? Realmente no sé, creo debemos empezar por Venezuela, programando un WAR para Presidentes, con una fórmula compuesta por experiencia, conocimiento integral, formación política, respeto, con mano zurda y diestra, autoridad, templanza, comedimiento, formalidad, con la esperanza que el método sea acogido  por América y el planeta Tierra. Dios bendiga a Venezuela!

jesusjimenezperaza@gmail.com

27/noviembre/2023.

3 comentarios:

  1. Dr. Jesús Jimenez, excelente como siempre su análisis. Mis respetos, un cordial saludo. Thelmo Giménez. Santiago de Chile.

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  2. Sin lugar a dudas,estamos entranpados,el 2024 es un año crucial ,ya veremos...

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  3. america desde el norte hasta el sur ha sido llevada a rastras por caudillos no solo por sus palabras y conductas, sino ademas por sus ejecutorias...recuerden a noriega, a uribe, a evo morales, a aleman...en fin puros guapetones ...saludos tigre.

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