Jesús A. Jiménez Peraza
@jesusajimenezp
Feliz año! es una frase tradicional y festiva que marca la transición entre el mes de diciembre y el de enero. Básicamente dirigida a amigos y familiares, deseándose recíprocamente la conservación de la salud y el bienestar personal durante los siguientes 365 días.
Algunos
años constituyen hitos en la Historia de Venezuela por tener en común olor a
independencia o estar relacionados con situaciones políticas que han limitado la
libertad como 1811, 1830, 1935 y ahora
2024.
En 1811 (5 de julio),
nuestros ancestros y precursores firmaron una Acta donde expresaron
solemnemente al mundo, que sus provincias de hecho y Derecho, conformarían unos
Estados libres, soberanos e independientes de toda sumisión a la corona
española y de sus representantes en América. Juraron nos daríamos una forma de
gobierno conforme a la voluntad general del pueblo, ejecutando actos según los
cánones aprobados en las naciones
libres. Nació así la Confederación Americana de Venezuela en el
continente meridional, formada por siete Provincias.
El año 1830 culminó
un movimiento político con la aprobación
de la Constitución del Estado de Venezuela (24 de septiembre), que determinó la
disolución de la Gran Colombia y con ello la demarcación de un territorio autónomo con gobierno
federal. Fue un hecho doloroso al contrariar planes específicos de Simón
Bolívar, pero que visto por el retrovisor y dejando a salvo la opinión de
historiadores y expertos, ratificó la independencia y soberanía interna,
separándonos de Colombia, quien con el paso del tiempo nos habría digerido por
ser un Virreinato decretado en diferentes oportunidades desde 1717, bajo el
nombre de Santafé o Nuevo Reino de Granada, organización político territorial
superior a nuestra Capitanía General. Seguro su capital aun sería Bogotá, propuesta por El
Libertador. Todo el territorio de la Gran Colombia unido, nos hubiese dado mayor poder geopolítico, pero
estaríamos en enfrentamiento permanente.
El año 1935 con
la muerte de Juan Vicente Gómez, marca el final de una época de caudillos y de
fuerza dando paso a la civilidad y regímenes democráticos perfectibles, salvo
el segmento liderado por el general Marcos Pérez Jiménez, cuya caída en los
albores de 1958 debió ser la dictadura postrera en Venezuela, impuesta por las armas y el fraude electoral. Alguien
comentó que el siglo XX comenzó en Venezuela con aquél hecho. Esa es una forma
de graficar el atraso y oscuridad del país durante los regímenes de Cipriano
Castro y Juan Vicente Gómez.
Este año 2024 quizás
pudiera considerarse el primero del
siglo XXI, gobernado por dos regímenes socialistas sin solución de continuidad ni
filosofía definida, puesto no se corresponde con el programa ortodoxo e
histórico comunista, ya que no busca consolidar un Estado fuerte, rector de la
economía y la sociedad en general, sino al contrario, un capitalismo de Estado debilitado
por la corrupción, la incompetencia y desequilibrio entre los Poderes Públicos.
La corrupción ha
sido formalmente denunciada ante la
Fiscalía General de la República, por importantes funcionarios de
nuestra principal industria productora de divisas y fuente de impuestos
internos. Su actual titular denunció al ministro Tareck El Aissami tal cual éste lo hizo contra el ing. Rafael Ramírez, quien dirigió
PDVSA durante el gobierno del presidente Hugo Chávez. Por la cualidad de los denunciantes, los
venezolanos debemos tener ambas acusaciones como veraces y documentadas. Es oportunidad propicia para que
el Poder Judicial aplique contra ellos y sus colaboradores la ley de Extinción de Dominio, sancionada entre
bombos y platillos por la Asamblea Nacional el 27 de abril del 2023.
La incompetencia es
otro padecimiento del sistema, aceptada
por los presidentes Chávez y Maduro, causa eficiente en el deterioro de todos los
servicios públicos y de la infraestructura; de la emigración desproporcionada,
incluso hacia países pobres que no garantizan trabajo y jubilación; de los
vaivenes de la economía, lo que incluye pobreza, bajos sueldos, salarios y
ausencia de seguridad social, más otros elementos que desdibujan un buen gobierno.
En cuanto al desequilibrio institucional es
público y notorio el funcionamiento impropio del Consejo Nacional Electoral y
de los órganos que conforman el Poder Ciudadano, que por intranscendente pocos
recuerdan o saben se ejerce a través del
Consejo Moral Republicano, es decir, la Defensoría
de Pueblo, la Contraloría General de la República y el Ministerio Público, que en general
participan del deterioro del sistema judicial, del cual forman parte.
En
la Asamblea Nacional no resalta la pluralidad
democrática, al contrario, está férreamente dirigida para producir leyes que
no se aplican mediante los procesos previstos en forma macra en la CN1999 y trazados
por los códigos adjetivos, lo que nos da una sensación de anomia generalizada
atentatoria contra los derechos individuales y, a su vez, impide inversiones y
arribo de capitales que permitan el resurgir de nuestra deprimida economía,
maquillada con datos estadísticos irreales para anunciar crecimiento.
El
epílogo de los gobiernos socialistas, que no será el fin del chavismo
-madurismo, requiere participación electoral colectiva, confianza en un
liderazgo con autoridad, precisión y sin componendas u ofertas engañosas aunque
sean difíciles en el corto plazo. El deterioro institucional no tolera parches
de agua tibia ni simples deseos o slogans.
En
estos días apropiados para la reflexión,
pensé mucho en el líder que requerimos para enfrentar la crisis, quien será
conductor del proceso de reconstrucción nacional. Ya habrá tiempo de analizar suficientemente
sobre su perfil y requerimientos para la reunificación social, apertura
económica, transición política y modernización de la república que se ha
quedado a la retaguardia en un mundo cada vez más complejo.
Es
con su guía y su equipo como realmente tendremos un año feliz y el inicio de un
nuevo siglo. Dios bendiga a Venezuela e
ilumine a los venezolanos!
jesusjimenezperaza@gmail.com 05/01/2024.
Excelente síntesis de la historia político institucional del país, pero al final no parece creer en la lider que encabeza actualmente el favor popular, toda vez que ni la nombrs
ResponderEliminarPregunto: será que sigue pensando en Eduardo Fernández ?
ResponderEliminarmagnifico resumen, querido amigo y colega, siempre optimista por nuerstro pais. Un venturoso año 2024, para ti, tus familiares y todos los compatriotas. Carlitos Rodriguez
ResponderEliminarUn gran abrazo de feliz año y dios ilumine la dirigencia para hacer real tus deseos, los cuales comparto.
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