Jesús A. Jiménez Peraza.
@jesusajimenezp
La
iglesia está en época dorada, no es porque sea sin baches, sin problemas ni
contratiempos, sino porque cada piedra
que surge, Su Santidad supo cómo
sortearla de la mejor manera sin desviarse de la doctrina, con firmeza, humildad,
bondad y sabiduría, conjunto de atributos que sólo se explican por actuar bajo
la dirección directa del Supremo Creador.
El
arzobispo primado y cardenal de Buenos
Aires Jorge Mario Bergoglio inició su papado en marzo del 2013, siendo
presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, a quien su peronismo y
confusión ideológica le impidió una buena relación con el Papa, primer jesuita en el trono de San Pedro,
primero del hemisferio Sur y el primero no europeo desde el siglo VIII. El gobierno de su país natal, trató de hacerlo
aparecer como comunista y colaborador de las dictaduras en Argentina en la
década de los 70 y primera parte de los 80, posición incongruente porque los
militares que encabezaban dichos gobiernos eran de extrema derecha, no
comunistas.
Pero la
verdadera posición ideológica de un Papa se determina a través de sus encíclicas, porque ellas contienen las
orientaciones y adaptaciones del jefe de la Iglesia en un momento determinado,
sin apartarse de la rancia disciplina de la iglesia, llena de historia y
conocimiento.
SS
Francisco hizo, el mismo año de iniciar su período, aportes esenciales a “Lumen
Fidei”, la Luz de la Fe, escrita por su antecesor Benedicto XVI dirigida a los presbíteros, diáconos, personas consagradas y
fieles laicos, que contiene un mensaje de Jesucristo conforme al cual vino como
Luz al mundo, por tanto quien tenga fe y crea, no quedará en tinieblas. Ello traduce,
indudablemente, un aliciente para todos los cristianos que no pocas veces nos
desalentamos por lo que sucede en el país, el continente y el mundo.
Después
publica “Laudato Sí”, Alabado seas, dirigida a todos los habitantes de la
Tierra, agobiados por el problema de la
contaminación y cambio climático, que aun cuando afectan grave y especialmente
a los excluidos, es universal ante nuestra incapacidad de absolver o reutilizar
en forma apropiada los residuos y desechos, de un sistema industrial que incita
a la producción masiva y el consumo. La Carta analiza a profundidad, el reconocimiento al derecho de
propiedad privada pero nunca como absoluto, en aplicación del principio del destino
universal de los bienes. Así recordó: “La tierra no se venderá a perpetuidad,
porque es mía y vosotros sois forasteros y huéspedes que vives conmigo” (Levítico
25, 23).
Fratelli
tutti, Hermanos todos, es su tercera carta encíclica, contiene un llamado a
transformar las relaciones internacionales, la política, la economía y demás
ciencias y disciplinas que impliquen formas de ignorar o controlar a nuestros
semejantes. Es un llamado a la aplicación del amor verdadero entre los seres
humanos, como hijos de Jesucristo, pero que se traduzca en hechos, no quedando
en simples palabras.
En
octubre del 2024 publica la que sería su última encíclica, Dilexit
Nos, Él nos amó, mensaje de Pablo referido al amor infinito de Cristo por
sus hijos que, de manera literaria se grafica con un corazón, pero que no se
agota en su significado científico donde conforma una parte importante, pero
parcial del cuerpo humano, sino que debe proyectarse en la integridad del ser.
El llamado del Santo padre es para que el mundo cambie a través del corazón,
que es frágil pero capaz de alcanzar la
vida con dignidad.
El Papa
habló claramente sobre temas controversiales, complejos y difíciles como la
homosexualidad, incluida en los sacerdotes, con la famosa interrogante de quien
soy yo para juzgar? que distingue, separándola, de la llamada ideología de género, porque ésta diluye las diferencias que atentan
contra la vocación humana.
Abogó por
una Iglesia más universal, más justa, que siga la línea pastoral del perdón y
la comprensión. Reconoció las dificultades para enfrentar el tema oscuro de las
finanzas de El Vaticano, con la ayuda del cardenal George Pell, tesorero, quien
tuvo posteriormente problemas judiciales en una corte de Australia, por
conducta inapropiada, pero poco tiempo después fue declarado inocente.
Trató adecuadamente un libro publicado en Polonia, donde se acusa a San
Juan Pablo II porque, como cardenal, presuntamente
ocultó información sobre un sacerdote
abusador. Este es un tema complicado de abordar, siendo aceptada su discusión,
por primera vez y en forma pública por Benedicto XVI. Igual comentario le
merece el llamado “caso Boston”, sobre un sacerdote pederasta que abusó de un
centenar de niños, entre ellos un menor hijo de padres esquizofrénicos.
Creo que
el acierto de mayor relevancia de SS Francisco, por el cual deberá ser
recordado eternamente, es haber permitido que se hable abiertamente de temas
considerados tabú en la iglesia, en la política, aunque puedan considerarse
inconvenientes por los efectos económicos o sociales en todo el universo. Esa
conducta acerca la iglesia a la gente, la humaniza. Dios bendiga a Venezuela.
26/04/2025.
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